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Sábado 05 de septiembre de 2015
"Estoy disponible para impulsar un cambio de ciclo en la política, cuyo destino sea la elección presidencial"
José Antonio Kast, diputado UDI, afirma que la centroderecha debe volver a conectarse con la ciudadanía "a través del sentido común"; plantea que el nuevo referente de oposición debe ir en esa línea y que para eso "hay que actuar más y hablar menos", y recalca que el próximo candidato presidencial se debe definir en primarias amplias.
Patricio Yévenes
Desde hace algunos meses, el diputado José Antonio Kast se encuentra desarrollando jornadas de diálogos populares junto a la ONG Influyamos. En ellas, explica, se reúne con jóvenes, estudiantes, dirigentes sociales y adultos mayores para escuchar sus inquietudes, y advertir cuáles son las urgencias de la ciudadanía.
Hasta ahora ha recorrido más de 15 comunas del país, y espera culminar con una consulta nacional el 31 de octubre y 1 de noviembre.
Kast comenta que este proceso ha arrojado que las principales preocupaciones ciudadanas son la inseguridad y la delincuencia; la salud y la atención en las urgencias en los hospitales, y en educación, la falta de disciplina de los niños y la falta de respeto hacia los profesores.
"Son cosas de sentido común", asegura el diputado. Por eso su aspiración es "impulsar un cambio de ciclo, escuchar más a las personas, y hablar menos desde el púlpito de la política".
-¿Cómo evalúa el actual escenario político? Las últimas encuestas dan cuenta de un creciente rechazo a la Presidenta y a sus reformas.
-Estos resultados hacen que se acelere la instalación de candidatos para la próxima elección presidencial. Uno puede concluir que el gobierno de Michelle Bachelet va a dejar dos legados. Uno, que la ideología no puede estar sobre las personas, como las reformas que han impulsado que cuentan con un rechazo mayoritario; y dos, que los segundos gobiernos no son buenos. Respecto de la oposición y de los partidarios del Gobierno, queda de manifiesto que tiene que venir un cambio de ciclo en la política chilena.
-¿En qué consiste ese cambio de ciclo?
-Las encuestas hace tiempo señalan que la gente ha perdido la confianza en la manera de hacer política, y eso implica el fin de una etapa. Tiene que haber un cambio radical en cómo se hacen las cosas en este ámbito. Algunos dicen que el remezón es peligroso porque puede aparecer un populista, yo no creo eso. El remezón debe ser para que aparezcan nuevos liderazgos, gente que esté dispuesta a actuar de cara a las personas, diciendo la verdad. Hay que cambiar ese intento por ocultar cómo son las cosas de verdad, y que la gente se dé cuenta de que el que vaya a liderar esto tiene que ser un ciudadano más, con sentido común, algo de lo que los políticos se han alejado.
-La Presidenta Michelle Bachelet ha dicho que en terreno percibe el apoyo hacia su persona y su gobierno, y también que "en la vida, hay que seguir adelante, y no importan las trampas que nos pongan en el camino".
-Ella se hace trampa en el solitario, porque cuando dice que siente el respaldo de las personas, es porque va solo a actos organizados por la Presidencia. Estar con la gente no es ir al Estadio Nacional y ver la Copa América en el palco oficial. Estar con la gente es ir a la galería, subirse al Transantiago o al metro sin todos los ministros que la rodean. Cuando uno se opone a las reformas del Gobierno, no es hacer trampa. Todas las cosas que dicen relación con las personas, Bachelet las dice a través de terceros. Cuando habla de ella, evoca situaciones, entonces habla de lo que no hizo Allende, de lo que recuerda de la RDA. La gente lo que quiere es un país con seguridad, que viva en paz y que impere la justicia, y hoy no hay seguridad, paz ni justicia.
-¿Por qué pasa eso?
-Primero, porque ellos no creen que deba existir orden. Segundo, porque tienen un trauma con el gobierno militar. No creen en los principios de la autoridad, del respeto y del orden público. Al final, priman los que causan desorden. Si en las manifestaciones los que ganan la calle son los que generan violencia, no los que están por el diálogo. Todo esto dice que tiene que venir un cambio radical en la forma en que se hace la política en Chile.
-¿Cómo se materializa ese cambio radical que usted plantea?
-Lo primero es darse cuenta de que la ciudadanía está cansada de decir que no hay liderazgos, que las reformas son malas, la gente se cansó de ese intento por ser políticos perfectos, de siempre tener la respuesta correcta, o decir que la solución va a venir después de un estudio. La gente quiere claridad, transparencia, quiere que le digan la verdad. El fin de un ciclo es el fin de una manera en que se hacía la política hasta ahora, que es la política acordada entre los partidos, donde las soluciones venían de arriba hacia abajo.
-¿Quiénes representan ese cambio de ciclo?
-No es una persona. Hay que crear conciencia de que esto ocurra. Yo estoy tratando de que creemos esa conciencia y nos demos cuenta de que las cosas están mal. Aquí hay un desafío que tenemos que asumir varios. Van a aparecer nuevos liderazgos en la medida que las personas se atrevan, porque también hay temor al qué dirán, a verse expuesto, a que te escaneen completamente, porque hoy la política va a ser mucho más transparente que antes.
"Actuar más y hablar menos"
-¿Considera que el nuevo referente opositor va en esa dirección?
-A mi juicio, y con todo el respeto que me merecen las coaliciones y el nuevo referente, creo que hay que actuar más y hablar menos. Lo que no puede esperar son las acciones concretas, y estas son tan sencillas como partir andando en Transantiago todas las semanas, como ir a los consultorios y compartir con la gente. Decir que vamos a generar la unidad a partir de un referente u otro para salir del embrollo en el que estamos hoy es no darse cuenta de lo que nos está diciendo la gente, porque estamos haciendo más de lo mismo.
-A su juicio, ¿se está trabajando con la brújula equivocada?<
-Es la brújula antigua, la que se ha ocupado los últimos 25 o 30 años. Hay que tomar la brújula de la ciudadanía, y ese norte es el sentido común, hacia allá debemos caminar. El nuevo referente para mí es la vieja política, donde se junta un grupo de personas, todas respetables, amigas mías, a discutir de los grandes temas de la política y donde están a un lado las urgencias sociales.
-¿La directiva de la UDI también ha perdido la brújula?
-La directiva de la UDI está tratando de ordenar un partido que ha tenido distintas tensiones internas. Hernán Larraín recibió un partido golpeado y está intentando ordenarlo para este nuevo proceso. Es una directiva de transición, que está tratando de hacer las cosas, pero claramente requerimos más acción.
-¿Estima que el ex Presidente Piñera representa a la vieja política?
-Cuando hablo de que el modelo político en Chile debe cambiar, es porque los últimos gobiernos, no uno en particular, no han sabido interpretar bien lo que la gente quiere. El ex Presidente Piñera hizo un gran gobierno, tuvimos gran crecimiento, pero no había alma ni mística, y eso es lo peor que le puede pasar a un gobierno, porque pasa lo que ocurre hoy, donde nadie quiere sacarse una foto con Michelle Bachelet. El comienzo de este nuevo ciclo en política es mirando hacia adelante, no a través del retrovisor.
-¿Quiénes forman este movimiento social que intenta impulsar?
-Se trata de un movimiento social mucho más amplio que la UDI. Yo soy militante UDI. Dentro del partido cuento con el respaldo de muchos militantes, diputados, y alcaldes que están en esta misma lógica. El partido debe ser un puntal importante de lo que se haga, pero el nuevo ciclo es más amplio que la UDI.
"Espero que no se trate de coartar las candidaturas presidenciales"
-¿Cuál es el destino de este movimiento social?, ¿una candidatura presidencial?
-Lo primero es dar testimonio de que las cosas se pueden hacer de manera distinta. Que cuando se actúa con convicción, ganas, fuerza, las cosas pueden cambiar. Si eso termina en una candidatura presidencial, bienvenido, pero hoy no es el objetivo principal.
-¿Está disponible para ser candidato presidencial?
-Feliz aceptaría un desafío que involucre a muchas personas y que apunte a llevar a la práctica este fin de ciclo en la política. Mi meta, más que una candidatura presidencial, es generar conciencia de que hay que cambiar las cosas, de que debe haber muchas personas alzando la voz. Espero que no se trate de coartar las candidaturas presidenciales. Ojalá haya muchas, y que se busque un mecanismo de resolución como una primaria abierta. En Estados Unidos, los republicanos tienen primarias con 15 candidatos. ¿Por qué la centroderecha no puede llevar 15 candidatos a una primaria, más que cada partido haga sus primarias internas en grupos chiquititos?
-En su partido y en la oposición ya lo identifican como precandidato presidencial.
-Siempre he dicho que todas las personas que ejerzan algún tipo de liderazgo debieran tener interés en poder conducir un país, y ojalá fueran muchas las personas que tuvieran ese interés y lo dijeran. Estoy disponible para impulsar un cambio de ciclo en la política, cuyo destino sea la elección presidencial. Tengo un interés legítimo en llevar adelante un proyecto, pero también estoy disponible a reconocer un mayor liderazgo que recoja lo que estoy planteando. Me rebelo a que los partidos entreguen su legítimo derecho a tener candidatos solo con un fin electoral, que digan 'me da lo mismo quién sea, pero que ganemos'. A mí no me da lo mismo quién sea, y esa es una diferencia radical.
-¿Se siente preparado para liderar ese proceso?
-Sí, me siento preparado en la medida que haya un grupo que comparta responsabilidades. Porque no creo en la teoría de que el poder es solitario. Yo creo que el poder es compartido, y esa es la nueva lógica. Los presidentes que piensan que se las saben todas son de la vieja política. La Presidenta Bachelet claramente no tiene muchos atributos para gobernar, pero podría tener a muchas personas que le colaboraran para gobernar.
-¿Hay vocación de mayoría en este proceso que usted encabeza? Ha sido uno de los factores más criticados en su sector.
-Aquí hay vocación de mayorías, pero sin renunciar a las convicciones. Si alguien quiere ganar a toda costa y con cualquier persona, no es este grupo. Nosotros queremos ganar con ideas claras, que la gente sepa claramente a lo que va.
-En el caso de que la UDI optara por apoyar a Piñera en la próxima presidencial, ¿Ud. estaría disponible para ir a una primaria?
-Hoy es muy anticipado decir que la UDI tiene que apoyar a uno u otro candidato, cuando faltan dos años para una elección. Sí soy partidario de una primaria amplia con todos quienes quieran competir, y que compartan los mismos ideales, y que sean las personas las que elijan. Eso nos haría bien. Cuando uno unge a alguien se tiene que sumar a lo que él haga. Eso es un error, y es algo que la UDI ya vivió y que al menos yo no quiero que lo viva de nuevo.
-¿Esto lo ha conversado con la directiva de la UDI?
-No he tenido ninguna conversación formal con la directiva. Tuve una conversación con el nuevo referente respecto de cosas prácticas de la consulta nacional. He tenido conversaciones formales con las bancadas de diputados respecto de lo que está haciendo la ONG Influyamos. Conversaciones informales sí he tenido con muchos.