El Mercurio.com - Blogs : ¿La salud está en problemas?
Cartas
Viernes 04 de septiembre de 2015
¿La salud está en problemas?
Señor Director:
Desde muchos sectores estamos trabajando para que cada persona pueda tener una atención de calidad en salud. Este concepto tan ampliamente utilizado comprende seis dimensiones: la primera es que sea segura; es decir, que no dañe más, es el primum non nocere de la medicina hipocrática; la segunda es que sea efectiva, que produzca mejores resultados que otras alternativas o que no hacer nada; lo tercero es que esté centrada en el paciente; vale decir, que la experiencia de este sea satisfactoria, y resuelva sus necesidades; el cuarto ámbito es que sea oportuna, que no se asocie a demoras. También se espera que sea eficiente; es decir, que permita el mayor beneficio al más bajo costo, incluidos los costos administrativos, y, finalmente, que sea equitativa, que no discrimine por ningún concepto.
Fijarse logros simultáneos de tal envergadura es un gran desafío, pero el esfuerzo bien vale la pena, ya que está en juego el bienestar de las personas.
Chile cuenta con dos sistemas de salud, uno público y otro privado. Ambos tienen elementos muy positivos, y también dificultades, pero los dos persiguen los mismos objetivos de calidad. En el público se iniciaron reformas hace ya una década, y se han logrado avances. No obstante, hoy escuchamos hablar de crisis en salud. La deuda de los hospitales, que llega a límites inimaginables, tiene inquieta a las autoridades; no se logra un satisfactorio cumplimiento con las patologías GES y no GES, y se mantiene la espera por especialistas; es decir, no estamos cumpliendo, al menos con la oportunidad y la centralidad del paciente.
El sistema privado también tiene que lograr mejoras, pero claramente cuenta con una gran capacidad instalada, lo que nos lleva a preguntarnos ¿por qué no lograr mayor convergencia? ¿Por qué no se avanza en una mayor complementación para avanzar en calidad? Se ha hablado de crear seguros para pacientes que hoy están fuera del sistema privado, se está trabajando en la catalogación de las patologías por gravedad a fin de hacer más justos los cobros; son todas buenas iniciativas. Lo que está en juego detrás de todas ellas es la utilización más amplia de la libertad de las personas. Si cada persona pudiera, libremente, administrar un seguro en salud y optar por el sistema que prefiere, se desprenderían muchos efectos. Las mismas personas estarían más satisfechas al lograr algo con su esfuerzo, el sistema público se descongestionaría y podría abocarse más intensamente a las personas con menos recursos, y se aprovecharía mejor una gran capacidad privada instalada, con una alta oferta de especialistas. Es responsabilidad de todos definir los costos reales, valorizar adecuadamente las prestaciones y trabajar con conciencia social.
Es el momento de sentarse a ver en conjunto, los gestores del sistema público y del privado, lo que necesitan los pacientes de nuestro país, porque los dos sistemas no pueden funcionar en forma aislada. Existen grandes necesidades y hay una capacidad profesional e infraestructura en condiciones de proporcionar esa atención; hay que coordinar la mejor utilización de los recursos humanos y materiales. Si la salud está con problemas, esta es una de las soluciones posibles.
Dr. Ricardo Espinoza González
Director médico Clínica Universidad de los Andes