Antonia Eyzaguirre

Los excedentes de Codelco cerraron el primer semestre con el menor nivel desde igual período en 2009. La estatal aportará al fisco US$ 875 millones, un tercio menos que en igual período de 2014, fundamentalmente por la baja en el precio del cobre, que en los últimos cuatro meses registra un descenso de 22%.

Los pronósticos no son mejores para los meses que vienen. El presidente ejecutivo, Nelson Pizarro, dijo que esperaba ver precios de entre US$ 2,4 y US$ 2,45 durante el segundo semestre, los que se ubicarían en US$ 2,5 promedio para 2016.

Durante los primeros seis meses de este año, la minera aumentó su producción en 5,5%, pese a los temporales del norte que provocaron la paralización de un mes de la División Salvador y de un día de todos los yacimientos del distrito norte; y a la reducción del costo directo de producción (C1) y del costo neto a cátodo (C3) en 11% y 12%, respectivamente.

"Sin contención de costos, otro pájaro cantaría"

Según explicó Pizarro, por cada centavo de dólar que cae el precio del cobre, se impacta en US$ 36 millones los excedentes. "De no haber implementado de forma exitosa el plan de contención de costos, hoy estaríamos presentando excedentes por solo US$ 272 millones", dijo. Sin esta medida, "otro pájaro cantaría", aseguró Pizarro.

Codelco impulsa un plan que pretende ahorros de US$ 1.000 millones en 2015. A la fecha, se ha alcanzado el 60% de la meta, y parte importante se explica por el alza del dólar, porque la minera recibe sus ingresos en esa moneda.

El Ebitda -ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización- alcanzó durante el primer semestre los US$ 2.096 millones, margen que se mantiene constante respecto del mismo período de 2014 y que, según asegura el ejecutivo, es competitivo con las grandes mineras nacionales e internacionales.

En el directorio del jueves, se decidió dar una señal de la complejidad que vive la empresa: recortaron en 20% el presupuesto de la mesa y congelaron todas sus remuneraciones, medida que también se tomó con los principales ejecutivos de Codelco. Asimismo, se informó la suspensión de todas las nuevas contrataciones.

Pizarro advirtió, eso sí, que "llega un momento en que el camino de apretar se agota, y el siguiente paso es cortar".

Reemplazar las viejas fundiciones

De las siete fundiciones que existen en el país, Codelco es dueño de cuatro: Chuquicamata, Potrerillos, Ventanas y Caletones. A fines de 2018, el Gobierno comenzará a exigir que estas instalaciones cumplan con la captura del 95% de las emisiones, lo que requiere inversiones cuantiosas.

Pizarro adelantó que el objetivo de la empresa estatal es reemplazar estas instalaciones y hacerlas de nuevo.

"¿Para qué invertir US$ 1.500 millones para dar cumplimiento a una normativa que no va a durar mucho, y no ir al salto final? Hacer las fundiciones de nuevo es nuestro deseo, porque creemos que no es solo un tema ambiental, sino de negocios, porque las nuevas son más eficientes y productivas. Es muy difícil parar y parchar una instalación de 60 años", enfatizó.

Reconoció, eso sí, que esa decisión dependerá de si el Gobierno decide aplazar el cumplimiento de la normativa, petición que han hecho varios actores.