El Mercurio.com - Blogs : Reponer en agenda la Estrategia de Seguridad y Defensa
Cartas
Sábado 29 de agosto de 2015
Reponer en agenda la Estrategia de Seguridad y Defensa
A inicios de esta semana, el Ejército de Chile reunió a un importante grupo de personalidades civiles y militares, en el contexto de un seminario internacional denominado "Hacia la Consolidación de la Defensa Nacional", que consideró -como principal objetivo- la reflexión en temas de seguridad y defensa.
El comandante en jefe del Ejército, general Humberto Oviedo, señaló que el actual contexto de "globalización, la velocidad de los cambios, la percepción de incertidumbre, la visión integral, corresponden a nociones homogéneas y poseedoras de legitimidad política y social para establecer las normas que han de regir el amplio espectro de la seguridad y defensa".
Hoy es evidente la necesidad de reponer en la agenda pública el tema de la "estrategia de seguridad" con que Chile debe contar. Diversos países del mundo -entre otros, Estados Unidos, España, Francia, el Reino Unido, Australia- han definido procedimientos no tan solo para disponer de tal instrumento, sino también para actualizarlo permanentemente.
Chile debe asumir la necesidad de "pensarse estratégicamente a sí mismo" para enfrentar los principales desafíos desatados por las fuerzas de la globalización, así como también para identificar sus oportunidades. Lo anterior es relevante, ya que permite condensar las políticas del más alto nivel para el logro de los objetivos nacionales, beneficiando la seguridad, el desarrollo y bienestar de todas las personas.
Cualquier "estrategia de seguridad" es, en esencia, política, multisectorial y requiere un afinado proceso interagencial entre las principales instituciones del Estado, así como su interacción con organizaciones no estatales y grupos de interés de la propia sociedad, a la que se debe y sirve.
Al margen de lo anterior, el reabrir el debate político y académico sobre tal estrategia sería de gran utilidad para abordar tres desafíos de envergadura que se encuentran pendientes.
El primero es el que se refiere a la necesidad de pasar de una "planificación por amenazas" a una "planificación por capacidades" para nuestras FF.AA. La primera es la respuesta a retos tradicionales de naturaleza militar, en tanto que la segunda enfatiza las aptitudes para enfrentar un espectro más amplio de situaciones, incluyendo las de "no guerra", como son, entre otras, el despliegue en operaciones internacionales de paz, ante desastres naturales, operativos de salud pública y de conexión con territorios aislados.
El segundo es el reforzamiento de la acción conjunta de las FF.AA. y de su principal instrumento: el Estado Mayor Conjunto. La experiencia adquirida por el rodaje de tal organismo desde 2010 y el análisis riguroso de modelos similares en distintos países debieran permitir dar pasos adicionales para el mejor cumplimiento de su misión institucional.
El tercero es el que dice relación con el financiamiento de las instituciones armadas, que requiere horizontes más largos que otros gastos públicos, demanda estabilidad en el tiempo y certeza de recursos suficientes. Las actuales capacidades estratégicas de nuestros institutos armados son el resultado de grandes esfuerzos financieros realizados por todos los gobiernos desde 1990 y del alto aporte profesional de las Fuerzas Armadas, por lo que es completamente desaconsejable permitir su deterioro.
El tratamiento de los temas antes delineados debe, como ha sido la tradición de Chile, enfocarse como una política de Estado en la que debe prevalecer el más amplio consenso político y técnico.
Hoy se advierte un cierto rezago para abordar estos complejos desafíos, que han sido postergados en la agenda pública, pero que merecen, por su marcada importancia, especial atención.
Andrés Allamand, Jaime Ravinet, Francisco Vidal
Ex Ministros de Defensa