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Lunes 10 de agosto de 2015
Schmidt-Hebbel y la reforma laboral: "Representa un alto riesgo para la competitividad del país"
El académico de la Universidad Católica es uno de los 39 miembros del Consejo de Desarrollo de la Manufactura, y presentará su mirada respecto de los factores que han incidido en la desindustrialización de Chile en los últimos años.
Mariana Penaforte
De manera oficial se lanza mañana -en el Foro Anual de la Industria, que organiza Asimet- el Consejo de Desarrollo de la Manufactura, instancia público-privada que conformó el gremio fabril, y que integran, entre otros, los ex Presidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, y el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, y del Trabajo, Ximena Rincón.
El objetivo es que esta instancia tenga una mirada de largo plazo y lograr que la industria manufacturera represente el 15% del PIB nacional hacia 2030, lo que implica en la práctica un salto desde el 11% actual.
El académico de la Universidad Católica y ex economista jefe de la OCDE Klaus Schmidt-Hebbel es uno de los 39 miembros del consejo, y expondrá mañana en el Foro Anual de la Industria su diagnóstico respecto a cómo debería evolucionar el sector con miras a 2030.
El economista puntualizará los factores que han incidido en la desindustrialización del país en los últimos años. Su mirada es crítica respecto de los efectos de las reformas del Gobierno, e incluso considera que éstas pueden deteriorar el escenario para la industria.
-¿Cuál es su diagnóstico de la situación que enfrenta hoy la industria?
"La importancia de la industria manufacturera en Chile, que se mide típicamente por su participación en el PIB, ha caído históricamente pasando del 25% del PIB hasta la cifra de hoy, que está en torno al 11%. Una causa de la desindustrialización es que Chile se va desarrollando, por tanto el sector industrial va disminuyendo en importancia relativa, y esto es un fenómeno universal, con pocas excepciones. La segunda causa es China, que ha desplazado a buena parte de la producción industrial en muchos países en el mundo. Desde el 5% de la producción industrial del mundo, generada en China en los años 1990, hoy China pasó a producir el 25% de los bienes manufacturados en el mundo. Pero más allá de los aspectos internacionales, hay muchos factores domésticos que les aprietan el zapato a los industriales".
-¿Qué factores son internos?
"Se pueden dividir en dos grupos: los de larga data y otros de la coyuntura. Hace una década que la brecha interna número uno es el altísimo costo de la energía, que constituye un insumo central en la producción industrial. La brecha número dos son los altos costos del trabajo en relación a su relativamente baja productividad del trabajo, lo que refleja falencias en capacitación técnica de muchos trabajadores. Un tercer factor es la débil infraestructura para la exportación. Faltan carreteras, puertos, aeropuertos de primer nivel, a lo que se agregan falencias institucionales que hacen que algunos puertos se paralicen justo en temporadas de exportaciones".
-El diagnóstico estructural es bastante conocido, pero ¿cree que hay algo de la coyuntura que ha agravado la situación de desindustrialización del país?
"La coyuntura por supuesto no ayuda. La inversión a nivel país ha colapsado. No solo está disminuyendo la inversión en minería, sino que también en industria, agricultura, y casi todos los sectores, con excepción de vivienda, que está aprovechando la ventana transitoria del bajo IVA antes de enero de 2016. Pero a la industria le pega por partida doble, porque es la industria -como la metalmecánica y la que produce bienes de capital- la que se ve negativamente afectada por la falta de demanda de bienes de capital y de insumos para los proyectos de inversión".
-¿Las reformas también han afectado directamente?
"Un alto riesgo de la coyuntura es la reforma laboral. El proyecto tal como está en este momento representa un severo riesgo para todos los sectores productivos de Chile, pero especialmente a la manufactura, porque es intensiva en trabajadores calificados. Si en un conflicto laboral futuro los trabajadores que están en el sindicato -que muchas veces no son todos los trabajadores de una empresa- logran bloquear y paralizar las faenas de las empresas, ello plantea un riesgo enorme para la competitividad de esta empresa y de todas las empresas del país. La eventual prohibición del reemplazo en huelga por trabajadores internos a la empresa contraviene las prácticas en casi todos los países OCDE, y además contradice las recomendaciones de la OIT. Esto significaría un riesgo severo para toda la actividad económica en Chile, pero especialmente para la manufactura, ya que se paralizaría a la empresa en forma definitiva si no hay la posibilidad de reemplazo con trabajadores internos".
-¿El reemplazo interno sería una solución?
"Frente al no reemplazo (externo), por supuesto que lo es, ya que equilibra la capacidad negociadora. Cerrar esta opción desequilibra enormemente la capacidad negociadora a favor de los sindicatos y en contra de los intereses de los trabajadores no sindicalizados y los dueños de las empresas. Significaría un gran riesgo para la competitividad del país y la competitividad de la industria".
"Una reforma de este tipo puede implicar, en el corto plazo, mayores salarios, sin afectar mucho el empleo inicialmente. Pero dos o cuatro años más tarde cerrarán empresas, y las que se adapten lo harán adoptando tecnologías más intensivas en capital, echando a trabajadores. Los trabajadores son perjudicados a través de menores salarios, mayor desempleo y alza en el empleo informal. La evidencia internacional al respecto es abrumadora, como lo ejemplifica el caso de Francia entre los años de 1970 y hasta la fecha".
-¿La reforma tributaria también tiene un impacto?
"Sí, y por eso veo con mucha esperanza el anuncio de la reforma a la reforma tributaria. Si no hay cambios, el país tendrá el peor sistema tributario de la OCDE. Lo peor es la coexistencia de dos esquemas: el semiintegrado y el de renta atribuida. El actual sistema, además, es ineficiente, injusto y, fundamentalmente, impracticable. Implementar esta dualidad en impuestos, no obstante las 50 circulares que sacó el SII, no es factible. Tengo la esperanza de que a través de cambios legales, al menos esta idiotez tributaria se corrija en los siguientes meses".