Señor Director:

La lucha política en este y en los próximos tiempos estará en el centro del electorado, o, mejor dicho, en el electorado de centro, cuyo espacio está representado, por ejemplo, por los padres y apoderados de los colegios subvencionados, las pymes, las familias amenazadas por la inseguridad ciudadana expresada en los "cacerolazos", y por los trabajadores de clase media que día a día ocupan el fracasado Transantiago.

En esa pelea, el PRI es genuinamente de centro: primero, porque fuimos nosotros con Adolfo Zaldívar los que develamos a esos movimientos neoliberales, tales como Expansiva, del ex ministro de Hacienda Andrés Velasco, cuya influencia en las políticas públicas fue destructiva para la clase media chilena, y sin embargo hoy intentan ponerse vestiduras de líderes de centro; pero los testimonios valen más que mil palabras.

Cómo olvidar cuando nuestro fallecido líder se enfrentó al entonces primer gobierno de Bachelet por el Transantiago, y dijo: "Estoy dispuesto a votar favorablemente si hay un cambio sustantivo. Eso demanda que los ministros que indujeron a la Presidenta a dar el vamos a este desastre pongan sus cargos a disposición para facilitar lo que se viene por delante y restaurar las confianzas".

Adolfo responsabilizó directamente a los ex ministros Andrés Velasco (Hacienda) y Eduardo Bitran (OO.PP.), ambos de Expansiva.

Por ahora Velasco está tratando de rearmarse desde un centro liberal, pero partidos con trayectoria verdaderamente de centro, como el PRI, le recordaremos su responsabilidad política en su paso por Hacienda. La huella de Velasco está en el Transantiago, y no podrá evitarla.

Alejandra Bravo
Presidenta nacional del PRI