Señor Director:

Lo de siempre. Solo que esta vez nos tocó a mí y a mi señora. Nos robaron el auto el domingo a las 10 de la noche en una bomba de bencina de Costanera Norte.

Al estar pagando el combustible aparece un individuo con una máscara y una pistola, me arrebata la billetera y exige las llaves. Otro individuo sube al puesto del conductor y le exige lo mismo a mi señora. Un tercero abre la puerta de la derecha y conmina a mi señora a bajarse y aprovecha de quedarse con la cartera. Luego se retira hacia un auto que lo espera. El enmascarado y el nuevo conductor se suben a nuestro auto, y arrancan a gran velocidad. Todo en no más de 10 segundos.

Su organización es tan perfecta que da para pensar en un plan muy elaborado.

La seguridad privada es insuficiente para provocar un efecto disuasivo. La capacidad operativa de estos asaltantes, al parecer, supera ampliamente la de Carabineros, que tiene medios insuficientes.

La única posibilidad de reducir o desalentar estos hechos es con la acción decidida de las policías, alentada desde el Ministerio Público, dotándolas de medios adecuados y de una minuciosa labor de inteligencia, que permita desbaratar estas bandas. Por último, las penas para estos asaltos deben ser desalentadoras para los asaltantes, por el solo hecho de amenazar con un arma.

Jaime Errázuriz Montes