El Mercurio.com - Blogs : Día decisivo
Editorial
Martes 07 de julio de 2015
Día decisivo
Lo que está claro es que nadie de los miembros quiere que Grecia salga de la eurozona.
El incierto futuro de Grecia podría hoy despejarse si los líderes de la eurozona aceptan la propuesta que debe llevar el Premier Alexis Tsipras a la mesa de negociaciones, después de que ganara el referéndum por 61 por ciento de los votos. Los griegos rechazaron en la consulta una oferta que ya no estaba vigente, pero su pronunciamiento y el apoyo explícito de los partidos griegos le dieron a Tsipras una nueva legitimidad para dialogar con sus acreedores, en los términos que considera más beneficiosos para Grecia. El asunto es saber si los europeos y el FMI considerarán aceptable, creíble y viable la fórmula que les entregue el griego, algo que no dan por hecho.
Seguramente Tsipras -quien cambió a su mediático y polémico ministro de Hacienda a sugerencia del eurogrupo- querrá, a cambio de las reformas estructurales que le piden, un paquete nuevo de rescate, y por sobre todo una reducción de la deuda, en torno al 30 por ciento, según analistas. Ángela Merkel, quien ha liderado las tratativas y es quien más empeño ha puesto en que Grecia se someta a la receta alemana, dijo que "las puertas están abiertas para las negociaciones... pero no están dados los requisitos para comenzar a tratar un nuevo programa del fondo de rescate de la eurozona". Con eso ha puesto de nuevo condiciones antes de iniciar las consultas y dificulta las propuestas que les pide a los griegos, a pesar de que posiblemente suavice sus exigencias después de conocer la nota griega. Sus aliados franceses la respaldan en general, y François Hollande ha insistido en que el programa que Grecia proponga debe contener una proyección a más largo plazo. Y en Italia, tercero en términos de monto de las acreencias, el Premier no está conforme en que los hayan obligado a ellos a cortar las pensiones anticipadas, entre otras medidas, y autorizarlas en Grecia, a pesar de que sostiene que Europa "necesita hablar no solo de austeridad y equilibrio presupuestario, sino de crecimiento". Las más duras son las repúblicas bálticas, que reclaman que Grecia debe cumplir, porque ellas, como las economías más pequeñas, serán las más afectadas.
Lo que está claro es que nadie de los miembros quiere que Grecia salga de la eurozona, al menos en esta vuelta. Pero la situación es bastante explosiva, puesto que los bancos griegos ya no tienen casi divisas y el Banco Central Europeo se negó a aumentar la cantidad máxima de liquidez de 89 mil millones de euros que pedía Grecia para mantener los bancos abiertos, e incluso ya anunció que recortará el valor de los activos griegos que recibe en garantía. Por ahora sigue el "corralito" hasta el jueves, a la espera del esquivo acuerdo.
Si no se llega a feliz término en unos siete días, el temido escenario del Grexit (salida de Grecia del euro) se haría realidad tras el colapso de la banca, y en ese momento, se tendría que volver al dracma. La devaluación sería instantánea, y la inflación no se haría esperar. Mientras una mayoría de los economistas europeos ven esta opción como poco deseable y muy negativa, otros creen que esto sería beneficioso para Grecia, por cuanto ganaría en competitividad y se beneficiaría en el corto plazo. Lo que está claro es que el Grexit sería una derrota política dura para el euro y un mal precedente para otras economías en aprietos que, como España, están haciendo grandes sacrificios para sanear sus economías, y que han tenido éxito en ello.