Señor Director:

Chile enfrenta hoy una compleja situación económica: bajo crecimiento, estimaciones a la baja de su PIB potencial, inflación en su cota superior y desempleo en aumento. Es de toda lógica, entonces, que el ministro Valdés y el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, hagan un llamado a hacernos cargo en forma seria de esta realidad.

Los desafíos del crecimiento, la creación de empleo y la inclusión están estrechamente relacionados. En un mundo cada vez más globalizado, la adaptabilidad es una herramienta cada vez más relevante a la hora de modernizar el mercado laboral, sobre todo en sectores marginados, como es el caso de mujeres y jóvenes.

Es por eso que las palabras del señor Marchese, de Finning Sudamérica (publicadas el domingo en Economía y Negocios), son importantes de rescatar, ya que se cuestiona dónde hay una verdadera adaptabilidad laboral en la reforma laboral, que permita de forma eficiente incorporar mujeres y jóvenes al mundo laboral, que hoy constituyen una pérdida de talentos para nuestra economía.

El ministro Valdés ha dicho que negarse a la adaptabilidad sería negarse a la realidad del siglo XXI, palabras necesarias de escuchar y rescatar. Una economía competitiva necesita de puestos de trabajo efectivos, y no de talentos desperdiciados. Un país que aspira a ser más igualitario debe ofrecer acceso a oportunidades laborales para todos, de forma que toda persona, sea hombre o mujer, tenga plena libertad a la hora de elegir sobre su futuro.

Verónica Campino
Fundadora Chile Mujeres