Adoré el primer trabajo de ficción del director Colin Trevorrow, "Safety Not Guaranteed" (2012), un largo mínimo sobre lo improbable: un periodista mediocre y escéptico (Jake Johnson) que escribe sobre un cuarentón que dice poder viajar en el tiempo. El mismo Jake Johnson tiene un papel chico en este salto a las grandes ligas de director Trevorrow, como un operador más en la gran sala de control del Mundo Jurásico: parque de atracciones mayor que su antecesor, el Parque Jurásico de la cinta de Spielberg de 1993. Sus líneas, divertidas, escépticas -lo mismo que algunas de Chris Pratt, el protagonista- tienen el espíritu de Trevorrow: un autor naciente e interesante. Pero lo peor que le puede pasar a alguien así es ser apadrinado por Spielberg y que te seleccione para hacer la secuela de una de sus mejores películas. Colin Trevorrow, se nota, se adapta y esconde su propia personalidad fílmica en una gigantesca falsificación de un Spielberg que, por momentos, puede lucir como un original. Pero los de Trevorrow y Spielberg son mundos distintos: al primero le interesa más la rapidez mental y el humor de sus personajes, y al segundo, la espectacularidad del cine. "Mundo Jurásico" es un karaoke de "Parque Jurásico": más grande, más efectos especiales. Pero no tiene la misma voz. Puede ser un buen rato de diversión, está bien hecho, pero al igual como le pasó al director "Indie" Gareth Edwards con "Godzilla", un blockbuster a veces puede poseer una talla demasiado grande para un director que trabaja con lo mínimo.
"Jurassic World". Ciencia ficción. 2014. 123 minutos. 14 años.