Señor Director:
Los delitos tienen patrones tan marcados que son predecibles. En todas las ciudades y barrios, unos cuantos tramos de calle concentran gran parte de los delitos que ocurren en el espacio público, y, además, en determinados días y horas; alrededor del 5% de cada cohorte de población comete más del 80% de los delitos y aun menos personas forman parte de un núcleo "prolífico" que participa activa y reiteradamente en ellos.
Los ladrones de autos, por ejemplo, suelen tener desplazamientos predecibles durante su "jornada"; al reducir las especies, lo hacen con sus redes habituales, y dejan botados los vehículos y billeteras y artículos de valor en los mismos lugares.
Es justamente lo que le ocurrió al señor Jorge Miguel Otero, quien -
mediante una carta a este medio- relató cómo fue víctima de un violento asalto. Esto no necesita cambiar facultades legales, sino que requiere que policías y fiscales organicen su trabajo en torno a problemas delictivos prioritarios y específicos, identifiquen sus causas mediatas, y coordinen y lleven a cabo actuaciones policiales e investigativas con impacto.
Mientras los medios de comunicación y la ciudadanía identifican que hay una o un par de bandas dedicadas al robo violento de vehículos en la zona oriente, no hay mención del problema por parte de los organismos a cargo de la persecución penal, y, en especial, de sus representantes locales, que reconozcan el problema, primero, y den cuenta de que se están haciendo cargo, después.
Es en este plano, de gestión estratégica, donde sí se requieren cambios legislativos que establezcan la obligación de las instituciones de planificar cómo harán máxima su contribución a la reducción de la delincuencia, ya sea previniendo, controlando, o rehabilitando, y rindan cuenta a la ciudadanía sobre la base de indicadores de eficacia, y no en meras dotaciones (no todas son conocidas) o actividades realizadas. En definitiva, de abandonar la reacción y la tramitación caso a caso, e instalar la gestión cotidiana de la seguridad en el centro de su quehacer.
Catalina Mertz K.Directora Ejecutiva
Fundación Paz Ciudadana