Señor Director:
El día domingo 31 de mayo, Arturo Squella, decano de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas,
publicó una carta cuestionando la realidad de la crisis que denunciamos los estudiantes de la Universidad de Chile.
El decano no advierte que la crisis a la que nos referimos no es una particularidad de nuestra Universidad, sino que de la educación en general y de la educación pública en particular. Los estándares de los que goza nuestra casa de estudios no han sido gratis. La Universidad de Chile ha tenido que caer en lógicas mercantiles que han provocado profundas desigualdades entre aquellas facultades/institutos que tienen algún servicio que ofrecer al mercado y aquellas, como las artes o las humanidades, que por años han sido expuestas a la precarización.
¿Existe alguna paradoja entre la realidad de la Universidad y el hecho de que los estudiantes secundarios la prefieran? Por supuesto que no, porque para conocer la realidad de la Universidad hay que llegar a ella, acceso que sí resulta bastante paradójico, puesto que quienes entren a nuestra prestigiosa Universidad serán los menos, y muchos de esos menos no accederán solo por mérito, sino más bien porque su cuna les habrá permitido una buena educación.
Las paradojas entonces son otras, pero si nos situamos en el caso expuesto, lo que debería preocuparnos es que cuando esas y esos jóvenes entren a nuestra Universidad, esta sea modelo de lo que aspiramos para la educación pública, y no el reflejo del mercantilizado sistema actual.
Camila Rojas ValderramaSenadora Universitaria
Universidad de Chile