Señor Director:

El apartado sobre política exterior del reciente mensaje presidencial tomó menos de un minuto. El conflicto con Bolivia se despachó en pocos segundos. Los necesarios para informar que se alegó "con solidez" la incompetencia de la Corte Internacional de Justicia y que "esperamos con serenidad el fallo".

Comparado con otros ítems del mismo mensaje, podría pensarse que la demanda boliviana es un incidente marginal a las relaciones internacionales de Chile. También podría significar que mantenernos por siete años como demandados ante esa Corte configura un trabajo rutinario para los gobiernos.

En contraste, el informe sectorial de la Cancillería -destinado a ser leído solo por los eruditos- consta de 85 páginas y contiene datos importantes sobre la demanda boliviana, el cumplimiento del fallo ante la demanda peruana y otros temas de la cartera.

Lo señalado indica que, una vez más, se perdió la mejor oportunidad que tiene la ciudadanía para orientarse sobre lo que pasa con nuestro país en el mundo. Todo lo cual replantea un viejo interrogante: ¿qué se quiere decir, en Chile, cuando se dice que la política exterior "es eminentemente una política de Estado"?

José Rodríguez Elizondo