Señor Director:

Como muchos chilenos, soy un agradecido de los gobiernos de los presidentes Aylwin, Frei, Lagos, Bachelet y Piñera. Soy un agradecido de tantos empresarios que nos han regalado innovación, riqueza y empleo. Soy un agradecido de tantas comunidades que nos han enseñado a mirar a las minorías con ojos más inclusivos. Soy también un agradecido de la Iglesia Católica, que ha estado siempre del lado de los más excluidos. Con 30% menos de pobres, Chile es hoy un mucho mejor país del que era hace 25 años.

Me preocupa que el clima de desconfianza que se ha ido instalando nos paralice y nos impida abordar los nuevos desafíos que nos presentan los cambios sociales y culturales. Entre ellos, el aumento de los flujos migratorios hacia nuestro país. Hoy viven en Chile cerca de medio millón de migrantes. Quienes trabajamos promoviendo el respeto de los derechos de quienes migran a nuestro país, esperábamos que la Presidenta Bachelet anunciara el proyecto de ley de derechos de los migrantes. Aunque celebramos los avances que ha hecho el Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior en materia de nuevas visas que facilitan la inclusión de personas que migran en situación de vulnerabilidad, sabemos que necesitamos renovar y fortalecer nuestra institucionalidad migratoria desactualizada.

Chile necesita una nueva ley de migración con enfoque de derechos y que recoja los compromisos internacionales ratificados por el Estado en esta materia. Estamos a tiempo de ser un país modelo en buenas prácticas de inclusión y reconocimiento de nuestra creciente interculturalidad.

Miguel Yaksic, SJ
Director nacional Servicio Jesuita a Migrantes