Señor Director:

El martes se publicaron los resultados de la prueba Simce, y una de las conclusiones fue que el grupo socioeconómico es el factor que produce las mayores diferencias de puntajes. Esto no sorprende, pero no deja de alarmar; en promedio se generaría una brecha de 59,7 puntos.

Desde el Centro de Investigación Social de Techo-Chile, hemos georreferenciado los campamentos del país y establecido la relación con distintos indicadores, entre ellos Índice de Vulnerabilidad Escolar y puntaje Simce. Y, no sorprenderá, los campamentos de nuestro país se ubican en zonas con alto Índice de Vulnerabilidad Escolar y puntajes bajo la media país.

A partir de esto, como institución, hemos problematizado constantemente la reforma. Creemos en la inclusión, pero vemos que en materia educacional esta no podrá lograrse si no replanteamos nuestras ciudades. Seguimos construyendo ciudades segregadas. Seguimos permitiendo que el mercado regule el suelo, aun cuando esto genera que miles de familias, en viviendas sociales, queden en la periferia, marginadas de oportunidades. Sabemos del efecto par, pero aún nuestro modelo educativo educa a ricos con ricos y pobres con pobres.

Creemos en una reforma a la educación, pero que no solo hable de la inclusión, sino que problematice la segregación urbana y que busque cambiar paradigmas. Hoy, sin encontrarnos en nuestras ciudades, sin compartir el aula, jamás podremos lograr el sueño país que soñamos.

Valentina Latorre R.
Directora Social de Techo-Chile