David Reyes y Andrés González

Héctor Tapia se encuentra ante una encrucijada. Si bien el técnico de Colo Colo desea seguir en el búnker albo, la dirigencia de Blanco y Negro (ByN) le puso como condición la salida del ayudante de campo, Miguel Riffo, y del preparador físico, Juan Ramírez, sus dos principales colaboradores.

Ayer, el entrenador se reunió con parte de la comisión de fútbol -que lidera Fernando Carvallo- en un hotel capitalino, para analizar la temporada 2014-2015 que acaba de finalizar, y, de paso, negociar la renovación del contrato del DT.

Según fuentes de Blanco y Negro, Tapia se mostró abierto a prescindir de Ramírez, cuestionado entre otros aspectos por la cantidad de lesionados que hubo en el último semestre. Sin embargo, el técnico no está dispuesto a dejar de lado a su principal escudero, Miguel Riffo.

Dependerá, por lo tanto, de ByN si acepta como solución desvincular solo al PF. Aunque este acuerdo no disgusta a Aníbal Mosa, el presidente de la S.A., en la dirigencia hay serias dudas respecto de la conveniencia de continuar con Riffo en Pedrero.

ByN considera al ex defensa central como un tipo conflictivo, y preferiría como ayudante de Tapia a Luis Mena, quien oficia como secretario de la recién creada comisión de fútbol. En la S.A. consideran que es el momento exacto de poner más orden en un camarín que, temen, se le puede ir de las manos al joven técnico, por asuntos de disciplina. Para el cargo de preparador físico, el club pensó en Luis Bonini, aunque al final el actual comentarista quedó descartado.

La directiva está ofreciendo a Tapia un año y medio más de contrato (tres campeonatos nacionales). Sin embargo, el DT preferiría firmar solo por 12 meses más. Antes, eso sí, deben resolver qué pasa con Riffo y Ramírez.

La jornada de hoy promete. Y puede terminar con Tapia y Riffo adentro, o con todo el staff fuera del Monumental.