P.Rossi, P.Gutiérrez y Regiónes
Juntos, pero no revueltos. Mientras en la marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) caminaban por la Alameda la presidenta de la entidad, Bárbara Figueroa, y el presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, abajo del escenario ubicado en Alameda con Portugal, la esperaron la ministra del Trabajo, Javiera Blanco; el ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde; y la ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer, Claudia Pascual, con parlamentarios.
El de Santiago fue el acto central del Día del Trabajo, pero además hubo otras ceremonias de conmemoración en Antofagasta, Valparaíso y Concepción.
Ante cerca de 100 mil personas, según las cifras entregadas por la CUT -Carabineros no dio su cálculo-, la dirigenta leyó un discurso de 43 minutos, donde destacó el apoyo de la entidad a la reforma laboral.
"Quienes creemos en la urgencia de cambios en este país, no seremos quienes cierren la puerta o que por la vía de las críticas extremas, terminemos en la vereda de los empresarios o aquellos que rechazan la reforma por defender sus mezquinos intereses. No todos rechazamos la reforma laboral", dijo Figueroa. "Caer en ese juego, sería entregarle en bandeja a los poderosos de siempre la posibilidad de detener los cambios y, especialmente, de detener esta reforma. No hemos trabajado y levantado una estrategia para terminar abortando un proyecto de ley", agregó la dirigenta.
Frente a lo que calificó como "la ofensiva y arremetida del mundo empresarial", Figueroa anunció que la CUT organizará una movilización nacional para la primera quincena de julio.
En el discurso, la dirigenta también se refirió a los trabajadores que están siendo afectados por catástrofes, como los aluviones en Atacama y las erupciones del volcán Calbuco en la región de Los Lagos. Señaló que es "urgente" establecer una indemnización con cargo al empleador o al Estado para el seguro de cesantía, en caso de que el trabajador sea despedido por motivos de catástrofe. Y también pidió incluir en el catálogo de accidentes del trabajo las enfermedades generadas por esta causa.
Además, dijo que la CUT apoya un debate sobre una nueva Constitución, para lo cual solicitó que se faculte al Presidente de la República para convocar un plebiscito que defina el mecanismo por el cual se construya una nueva carta fundamental.
Tras el discurso, Figueroa y los ministros presentes intercambiaron saludos. "Creemos que hay una opinión constructiva en el sentido de destacar que la reforma laboral efectivamente es un avance para lo que nos hemos fijado como gobierno para ir disminuyendo persistentes brechas de inequidad", dijo la ministra Blanco.
En tanto, una movilización paralela convocada por el Comité Iniciativa Unidad Sindical (CIUS), de menor tamaño, finalizó con algunos desórdenes.
"No estamos ni estaremos en la vereda del rechazo, porque no seremos responsables activos o pasivos de condenar por más años a los trabajadores con grupos negociadores que les pongan piso y techo a sus aspiraciones".
BÁRBARA FIGUEROA Presidenta de la CUT
"Digámoslo con claridad, no se escondan detrás de las polleras de las pymes los grandes empresarios, que porque no les pagan a los 30 días son los que hacen el mayor daño a la pyme. No es la reforma laboral".
BÁRBARA FIGUEROA
"Lo que hemos escuchado, es que desde el mundo de los trabajadores, se quiere avanzar, con sus ideas, para aportar. Creo que es muy bueno y es a lo que nosotros hemos llamado (...) Lo que he visto acá es una expresión en la necesidad de avanzar en estos cambios".
JAVIERA BLANCO
Ministra del Trabajo
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