Antonio Valencia

Forrado en plástico naranja, el pequeño carnet de cartulina dice con letras mecanografiadas: "Bruno Behn Theune. Socio N°: 1. Cobresal".

- ¿De qué equipo era hincha antes?

"Jajá, de la U. Si hasta fui socio cuando estudiaba ingeniería", contesta Behn, ex presidente de la estructura que dio decisivo impulso al club: el Comité Ejecutivo 'Cobresal de Ascenso', creado el 26 de abril de 1979.

-¿Quién es el "padre" de Cobresal?

"...Puede que no tenga uno solo. Hubo varios que estuvimos en el comienzo. Ariel López, Julio Cifuentes, pero en realidad fue Luis Sougarret el que más peso tuvo. Él era el alma de Cobresal, el que más empujó, el más futbolizado. Falleció hace unos años".

Julio Cifuentes es otro de los ingenieros-fundadores. "Todo partió a fines de los 70. Nos gustaba el fútbol en un campamento aislado. Yo nací en Santiago y era hincha-hincha de Colo Colo, socio, lo seguí en Copa Libertadores 73. Pero el que orquestó todo fue Sougarret, que era de la UC, al igual que Ariel López".

-Y hoy están peleando el título con la UC.

"Já, las vueltas de la vida. Pero somos cobresalinos ante todo. Hay otra persona importante: Julio Vega Santis, gerente general del mineral El Salvador, colocolino. Él aprobó el apoyo económico desde la empresa. Sin él, no sé si el club hubiese podido funcionar".

Behn coincide. "Yo fui el encargado de convencerlo, porque lo conocía. Trabajamos juntos antes en Enami", aclara el socio N° 1 de Cobresal. La "cuna" del equipo fue el Club Pampa. "Era el centro social de los supervisores profesionales. Ahí nos juntábamos a conversar. Había casino, bowling, pool, pimpón y bar", narra Cifuentes.

El mineral que comenzó a operar en 1956, propiedad de la compañía estadounidense Andes Copper Mining Company, no debe su nombre al azar. La empresa "gringa" había agotado otro yacimiento y el hallazgo a 2.300 metros de altura salvó el negocio: por eso la llamaron Salvador. Junto a su explotación, los obreros jugaban fútbol en canchas de tierra. En los 70 había una liga amateur de unos diez equipos -Maestranza, Eléctrico, Metaleros y el Club Hospital, entre otros-, además de un seleccionado del campamento.

La selección de El Salvador

"La primera selección de El Salvador en que estuve fue a fines de los 60 o principios de los 70", cuenta Américo López, mediocampista, a la postre, primer capitán de Cobresal.

- ¿Y quién fue su primer técnico?

"Kid Larco..."

-¿¡Kid Larco!? El entrenador con nombre de forajido que dirigía a su banda de futbolistas en medio del desierto tuvo un equipo legendario. "Estuvimos invictos como 20 partidos, jugando incluso contra equipos profesionales. El único que nos pudo empatar fue Colo Colo con gol de Caszely", recuerda el mismísimo Kid.

Américo López, hincha de la UC antes de que naciera Cobresal, lo recuerda con claridad. "Con Colo Colo jugamos en la cancha de tierra de El Salvador. El gol de Caszely fue de penal", afirma.

-¿Y fue penal?

"¡No pues, no fue penal! Les regalaron el penal en el último minuto y nos empataron".

López trabajaba en la mina y jugaba fútbol. Codelco organizaba las Olimpiadas del Cobre en distintas ciudades. En 1978 fue el turno de Chuquicamata. La prehistoria de Cobresal está en esas selecciones de El Salvador. Y el ex crack de Chile en el Mundial de 1962, Leonel Sánchez, fue su DT. Hubo otra olimpiada, con sede en El Salvador, en que los locales fueron campeones. "Los ejecutivos de Codelco se entusiasmaron y viendo lo que ocurría con Cobreloa, fundado un año antes (1977), dieron el impulso para formar Cobresal", cuenta Bruno Behn.

Futbolistas-mineros

"El equipo era una mezcla de futbolistas amateurs con profesionales. Cerca de diez jugadores-mineros empezamos en el primer Cobresal. Era duro, nos levantábamos a las 5:30 de la mañana para ir a trabajar y en la tarde entrenábamos", cuentan Carlos "Caliche" Maluenda, Américo López y Juan "El Perro" Molina.

El 5 de mayo de 1979 fue fundado oficialmente Cobresal. El primer gerente técnico fue un ex árbitro FIFA: Carlos Robles. "Él tenía contactos en el fútbol. Luis Sougarret lo llevó al club", recuerda Behn. "Carlos se encargaba de todo, hasta hacía los sándwiches para los largos viajes en bus a Santiago. Nuestro equipo era humilde, pero responsable. Viajaba en Turismo Rojas, que compró un salón cama, y después en aviones Ladeco", acota Julio Cifuentes.

La primera camiseta del club era verde entera. "Fue por la cancha, por el color del pasto. Era lo único verde en medio del desierto. Esa cancha era un milagro", agrega el ingeniero.

Al fútbol profesional

Entrar a 2ª División no era un trámite sencillo. "En 1979 Copiapó también quería ingresar y su intendente era un coronel, así que tuvimos que ir hablar a la Digeder en Santiago, en el Ministerio de Defensa", anota Bruno Behn.

-¿Y qué le dijeron en la Digeder?

"Estaba el general Nilo Floody y le dijimos que era mejor que los trabajadores se concentraran en el fútbol en lugar de la política, y como estábamos en dictadura, eso lo convenció. Y como Copiapó también quería entrar, dijo '¡Ya, juegan los dos!'".

Faltaba un detalle. Cobresal necesitaba un cupo en ANFA para entrar a Segunda División. "Fuimos el único club que quiso darle el cupo. Nosotros, el Deportivo Hospital, le dimos la vida a Cobresal", sostiene Ayter Valdés, ex seleccionado de El Salvador en 1978 y actual presidente del Hospital.

Nacidos con estadio

El milagro del pasto fue otra epopeya. "Tuvimos que traer toneladas de tierra desde Copiapó porque en el suelo de El Salvador no crece nada. Un ex trabajador donó la tierra de su parcela", explica Mario Vega Santis, ex gerente de la mina. "El estadio se inauguró un domingo, pero antes pasó algo insólito: jueves y viernes nevó como nunca, como 20 centímetros, por lo que el sábado, todos los habitantes de El Salvador ayudaron sacando la nieve de la cancha. Ese estadio siempre fue una fiesta. Jugábamos en la tarde y a las 11 de la mañana ya estaba lleno", precisa "Caliche" Maluenda.

-Igual no tenían mucho más que hacer en la soledad de El Salvador.

"Jajá, es verdad. El fútbol era un acontecimiento social".

El "Perro" Molina se emociona con la campaña 2015. "Es un sueño estar peleando el campeonato. ¡Si este equipo se armó para no bajar a Primera B y mire dónde está!", dice.

Juan "Chico" Osorio, el futbolista-minero que jugó en Cobresal hasta 1988, también cruza los dedos. "El fútbol es así, tiene cosas que a veces no se entienden. El equipo puede ser campeón y da lo mismo que los otros clubes en el torneo sean re-malos. Y da lo mismo que este equipo no tenga grandes figuras", apunta.

-Claro, no como en la época dorada cuando jugaron Copa Libertadores.

"Esa fue la época más sobresaliente. Ese equipo hubiese boleteado 6-1 al actual, pero ese es el mérito que tiene Dalcio Giovagnoli. Si este Cobresal es campeón, va a llegar más lejos que ninguno en toda la historia del club".

"Caliche" Maluenda levanta plegarias. "Nosotros fundamos el club y lo que vemos ahora es extraordinario. Es emocionante", estima.

-Cobresal nació y ha vivido en la adversidad y con el temor del cierre de la mina. ¿Sobrevivirá el club sin el apoyo de Codelco?

"Yo creo que sí, con las platas del CDF y aportes de las empresas contratistas se puede seguir. Cobresal es inmortal. Ojala sea campeón".