De la troupe de amigos y colegas del cada vez menos gracioso Adam Sandler (si alguna vez lo fue), quizás el robusto Kevin James sea el más fome. Su anterior incursión en solitario como un guardia de seguridad de un mall fue una demostración de cómo no hay que hacer comedia, y esta secuela podría ser una lección de cómo no hay que hacer una secuela de una comedia, ojalá, irreproducible. James insiste, desde el guión y el rol protagónico de Paul Blart, en hacer chistes como un desdichado e inútil guardia completamente desconectado de la realidad y su realidad, porque este Paul Blart cree que es un oficial de la ley, cree que sabe lo que hace, y la verdad es que no. Con manoteos en el humor absurdo, tal vez el más difícil de ejecutar, una irrelevante aventura en Las Vegas pone las fichas en una historia que copia a "Duro de matar", un bueno versus muchos malos, pero, claro, sin el nervio de John McClane y, claro, sin la necesaria buena comedia que podría haber salvado el día. Pero hay algo más temible que "Héroe de centro comercial 2". Puede ser que le vaya bien en taquilla, puede que haga mucho dinero, a pesar de sí misma. Y ese sería el fin porque podrían confirmar una tercera película. La trilogía del comediante fome.
"Paul Blart: Mall Cop 2". Comedia. 2015. EE.UU. 94 minutos. T.E.