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RenovarNoticias
Viernes 24 de abril de 2015
Chile fue el segundo peor país de la fase grupal de la Libertadores
Los elencos nacionales solo superaron en rendimiento a los venezolanos, en un torneo en cuya versión 2015 están dominando brasileños y argentinos.
Enzo Garrido
La Copa Libertadores 2015 ya es historia para los equipos chilenos. Salvo la sorpresiva clasificación de Palestino a la fase grupal -tras eliminar a Nacional de Uruguay-, no hubo nada más que celebrar. Los árabes, Colo Colo y la U no fueron capaces de meterse entre los 16 mejores del torneo.
Las cifras son duras. Chile es el país con el segundo peor récord en la actual versión. Los tres triunfos del Cacique, las dos victorias y un empate de los tetracolores, y el único festejo de la U se traducen en un 35,2% de rendimiento, solo mejor que los equipos de Venezuela, que llegaron a un 13%.
"El campeonato local es muy irregular. Basta ver la diferencia de puntos que consiguieron los líderes en el torneo pasado y los de ahora. Antes superaron los 40 puntos, y los de este torneo, como máximo, podrán llegar a 36", reflexiona Ignacio Prieto, quien dirigió al último club criollo que disputó una final: la UC de 1993 (perdió con Sao Paulo).
Miguel Ángel Russo, hoy DT de Vélez Sarsfield y ganador del trofeo en 2007 con Boca Juniors, cree que "la Libertadores es muy compleja, pero no es el reflejo de la competencia local. A mi juicio, el principal problema es competir con los brasileños, que invierten demasiado en sus planteles. Los mejores jugadores chilenos están en Europa; en cambio, ellos tienen futbolistas de primer nivel mundial en sus ligas".
Prieto añade otro ítem: "Los planteles deben ser largos, pues las suspensiones o las lesiones terminan pasando la cuenta". Héctor Tapia, DT albo, asumió esa carencia después de la derrota 2-0 contra Atlético Mineiro: "No era fácil armar el equipo. Estamos con muchas bajas y tomamos el riesgo de competir en ambos frentes, sin dejar de lado a ninguno. Nos vimos perjudicados por el desgaste. No era lo óptimo, pero así se dieron las condiciones".
Russo cree que "la logística es clave. La U de 1996, con la que fuimos semifinalistas, contó con muchas comodidades; por ejemplo, vuelos chárter para algunos viajes. Esa inversión también marca la diferencia".
Para tener en cuenta.
La Copa Libertadores 2015 ya es historia para los equipos chilenos. Salvo la sorpresiva clasificación de Palestino a la fase grupal -tras eliminar a Nacional de Uruguay-, no hubo nada más que celebrar. Los árabes, Colo Colo y la U no fueron capaces de meterse entre los 16 mejores del torneo.
Las cifras son duras. Chile es el país con el segundo peor récord en la actual versión. Los tres triunfos del Cacique, las dos victorias y un empate de los tetracolores, y el único festejo de la U se traducen en un 35,2% de rendimiento, solo mejor que los equipos de Venezuela, que llegaron a un 13%.
"El campeonato local es muy irregular. Basta ver la diferencia de puntos que consiguieron los líderes en el torneo pasado y los de ahora. Antes superaron los 40 puntos, y los de este torneo, como máximo, podrán llegar a 36", reflexiona Ignacio Prieto, quien dirigió al último club criollo que disputó una final: la UC de 1993 (perdió con Sao Paulo).
Miguel Ángel Russo, hoy DT de Vélez Sarsfield y ganador del trofeo en 2007 con Boca Juniors, cree que "la Libertadores es muy compleja, pero no es el reflejo de la competencia local. A mi juicio, el principal problema es competir con los brasileños, que invierten demasiado en sus planteles. Los mejores jugadores chilenos están en Europa; en cambio, ellos tienen futbolistas de primer nivel mundial en sus ligas".
Prieto añade otro ítem: "Los planteles deben ser largos, pues las suspensiones o las lesiones terminan pasando la cuenta". Héctor Tapia, DT albo, asumió esa carencia después de la derrota 2-0 contra Atlético Mineiro: "No era fácil armar el equipo. Estamos con muchas bajas y tomamos el riesgo de competir en ambos frentes, sin dejar de lado a ninguno. Nos vimos perjudicados por el desgaste. No era lo óptimo, pero así se dieron las condiciones".
Russo cree que "la logística es clave. La U de 1996, con la que fuimos semifinalistas, contó con muchas comodidades; por ejemplo, vuelos chárter para algunos viajes. Esa inversión también marca la diferencia".
Para tener en cuenta.
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