El Mercurio.com - Blogs : Inicio de primarias en EE.UU.
Editorial
Lunes 20 de abril de 2015
Inicio de primarias en EE.UU.
Con tres candidatos republicanos y una aspirante demócrata ya lanzados a la carrera, las campañas para las primarias presidenciales de 2016 en Estados Unidos ya comenzaron, pero con pocas ideas o propuestas concretas...
Mientras en el Partido Demócrata todavía nadie ha salido a hacerle frente a Hillary Clinton, en el Republicano tres postulantes con buenas perspectivas buscan posicionarse política y financieramente, para poder llevar adelante una competencia que les permita ganar la nominación de su sector. Entre los demócratas, la senadora Elizabeth Warren, mucho más izquierdista que Hillary, podría salir a la cancha.
Con un video que apela a la gente común, con pocas tomas de la precandidata y mucha participación de personas de clase media, Hillary busca acercarse a los norteamericanos corrientes, esos a los que no consiguió encantar en 2008, evitando mostrarse como la política hábil, que sabe moverse en los pasillos de Washington, sino como una persona normal, preocupada de temas cotidianos. En sus primeros contactos con el norteamericano de a pie -en Iowa, estado que junto a New Hampshire abren la temporada de primarias-, la ex primera dama, senadora y secretaria de Estado dejó de lado sus pergaminos y conversó directamente con los electores, en especial jóvenes, a quienes quiso llevar sus mensajes de que la educación es una prioridad, de que "quiere construir la economía del futuro", y cambiar "un sistema que favorece a los que ya están arriba".
Uno de los temas fijos para la contienda de 2016 será el de la desigualdad, y Hillary está empeñada en convencerlos de que ella es la persona indicada para ayudar a disminuir la brecha existente. Su programa aún no es muy específico, pero ya habla de elevar el salario mínimo federal (US$ 7,25 la hora) y de eliminar algunas exenciones de impuestos. Quizás su mayor fortaleza es ser, por ahora, la única candidata mujer, y muchas norteamericanas, incluidas republicanas, les gustaría ver a una de ellas en la Casa Blanca.
La preocupación por lo social no le impide a Clinton ser quien más opciones tiene de recaudar cientos de millones de dólares para la campaña. Enfocada a los donantes chicos y con mucho énfasis en internet (tal como lo enseñó Obama), la campaña de Hillary está pidiendo aportes de entre cinco y 2.700 dólares para financiar la primera etapa. Si gana la primaria, los cálculos señalan que podría juntar unos 2.500 millones de dólares para llegar a noviembre de 2016. Se cree que estas elecciones serán las más caras de la historia de EE.UU., con los aportes de los Super Pacs , esas organizaciones que apoyan indirectamente a un candidato y que pueden recaudar sin límites entre individuos y empresas.
Le será difícil a Hillary Clinton convencer a los electores de que ella es el cambio, cuando, en general, sus propuestas parecen la continuidad de Obama. Despegarse de la Casa Blanca, a pesar de que el Presidente no le dará el apoyo automático, será un desafío para quien se la identifica con la actual administración por su cargo de secretaria de Estado. Y ese será un flanco de ataque de los republicanos.
Carrera entre republicanos
Marco Rubio, la estrella ascendente del Partido Republicano, está dispuesto a embestir por el lado de la renovación de la política. Al anunciar su candidatura ya se refirió a Clinton, sin nombrarla, como una "líder del pasado", alguien que "comenzó su campaña prometiendo que nos llevará de vuelta al pasado", apuntando a que él (de 43 años) y su generación son los llamados a "abrir una vía hacia un nuevo siglo estadounidense".
Más que con la candidata demócrata, en los próximos meses, Rubio tendrá que enfrentar a los postulantes de su propio partido (varios de ellos no oficializan aún sus candidaturas), porque, si bien él espera ganar apoyos entre los votantes hispanos y afroamericanos, tendrá que hacer un gran esfuerzo para dejar atrás a su antiguo mentor Jeb Bush, quien hasta ahora lidera el sector republicano. Bush tiene a favor y en contra el ser hijo y hermano de Presidente. A favor, porque es conocido; en contra, porque el legado de la dinastía, en particular el de su hermano, no es apreciado por todos.
Pero también están otros pesos pesados republicanos, como Scott Walker, gobernador de Wisconsin que por estos días viajó a España en gira comercial, con la intención de adquirir estatura presidencial; el senador Rand Paul que quiere achicar el gobierno y bajar impuestos, o Ted Cruz, muy cercano al Tea Party. Rubio y Cruz por su origen latino podrían tener mucha llegada a esa comunidad que ha sido díscola con los candidatos republicanos. En 2012, el 75 por ciento del voto latino fue para Obama, pero votaron apenas 11,2 millones de los 23 millones de electores de esa comunidad. Fernan Amandi, de la encuestadora Bendixen y Amandi, ha dicho que, "antes que el apellido, los hispanos mirarán el programa y las propuestas que los beneficien".
Es muy temprano para hacer cualquier apronte; son muchos todavía los que pueden aparecer y dar un golpe de efecto o de timón a la contienda. Lo que sí está claro son los temas que podrían monopolizar la discusión: la reforma migratoria; los cambios al sistema de financiamiento político, que es una preocupación de todos por las altas cifras que se manejan; la salud, un asunto que especialmente a los republicanos les preocupa por la implementación de las reformas de Obama; los impuestos, y la seguridad.
La política exterior no siempre es un tema que aparezca temprano en la campaña, pero la inquietud por el terrorismo islámico y la posibilidad de otro 11-S estará presente. Más atrás, quedarán los acuerdos comerciales (el Congreso acaba de darle el pase a Obama para la negociación rápida de los TLC, incluido el TransPacific Partner-ship), las negociaciones nucleares con Irán o las relaciones con los aliados y adversarios, como Rusia.