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Sábado 18 de abril de 2015
"Tengo decidido retirarme de la política después de este trabajo con la Presidenta"
Secretaria de Estado aborda el actual escenario político, marcado en los últimos días por la divulgación del vínculo laboral del ministro Peñailillo con la empresa de un ex recaudador de la campaña presidencial.
Waldo Díaz
La ministra secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón, acudió este jueves a la sede de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) para abordar la agenda de probidad y transparencia. A la salida del encuentro, en el patio de la casona de calle Monseñor Sótero Sanz, defendió al titular de Interior, Rodrigo Peñailillo, quien lideró ese día la delegación de Gobierno y estaba en el foco de la agenda por su vínculo laboral con una empresa de Giorgio Martelli, ex recaudador de la campaña de la Presidenta Michelle Bachelet.
Peñailillo ha dicho que realizó informes en 2012 para la firma de Martelli, Asesorías y Negocios SpA, asociada a la arista SQM del caso Penta.
-¿Debe el ministro transparentar sus informes?
-¡A ver, perdón! No están investigando al ministro Peñailillo, no hay un caso. ¿Qué tendría que mostrar? Creo que estamos errando el foco de las noticias, de los temas. El ministro volvió de una beca (en España), trabajó unos meses para esa empresa, rindió boletas como corresponde que haga un trabajador independiente cuando percibe además un honorario y pagó sus impuestos.
-Los diputados José Manuel Edwards (RN) y Felipe Ward (UDI) pidieron que dé cuenta de sus asesorías y acredite que "no era un pago para sus trabajos realizados en la Fundación Dialoga de la Presidenta Bachelet".
-Hasta donde yo sé, no hay ninguna investigación que amerite que el ministro tenga que entregar cuenta de su trabajo profesional. Es lo único que puedo decir respecto a la afirmación de los diputados.
-El presidente del PS, Osvaldo Andrade, solicitó que se transparentaran otros casos similares al de Peñailillo y dijo que estar enterándose "por goteo" le hace mal al sistema en su conjunto. ¿Lo comparte?
-Al sistema en su conjunto le hace mal que instalemos esta permanente duda respecto de las personas. Y creo que todos, sobre todo aquellos que tienen roles de conducción, que tienen más experiencia, que son más sabios, que son hombres con historia en la política, tienen que ayudar a reconducir la conversación a las cosas que a la ciudadanía le importan y por las que elegimos estar en este camino. Hoy tenemos reformas tremendamente importantes en el Parlamento... Una de ellas es la discusión sobre calidad de la democracia, que es un proyecto de ley de la Presidenta Bachelet enviado en diciembre; no teníamos este escenario, y da cuenta del sistema que el 2003 se normó, se legisló, quedó claramente superado, y no fue suficiente.
-El presidente del PR, Ernesto Velasco, también pidió que las autoridades hagan públicos sus contratos.
-¿Para qué? ¿Para que salgan en el titular del diario que diga 'ministro xx trabajo para la empresa xx que fue contratada a su vez por SQM. Veredicto: culpable'? ¿Para eso? Primero, no tengo idea si hay más ministros. Segundo, creo que no tiene sentido, si ese es el objetivo que se va a lograr con esto, salvo que no haya prestado un servicio y se le haya pagado y esa plata no haya sido para él. Claro, en ese caso tendríamos que saberlo.
-El director del SII, Michel Jorratt, también le prestó servicios a la empresa de Martelli y exhibió sus informes.
-El ministro también dijo cuáles eran los informes que había hecho.
-No los ha dado a conocer.
-A ver, Michel Jorratt también hizo informes y dijo cuáles, y eso es lo válido. Pero esta duda permanente sobre la gente no nos hace bien. Es más, se acusó e imputó a la señora del ministro Peñailillo, que estaba terminando de estudiar. Hemos traspasado ciertos límites que no nos hacen bien como país. Cuando uno mira los indicadores del país, Chile no es un país corrupto. Es un país que tiene instituciones, que las instituciones funcionan, qué mejor prueba de eso que los fiscales estén haciendo su trabajo, que el SII haga el propio. Pero tenemos un problema de desconfianza interpersonal. La desconfianza no es sobre las instituciones, es sobre los políticos. Tenemos un problema con los políticos y yo creo que ahí todos tenemos culpas. Quizás porque no enfrentamos las cosas y no las decimos de frente, quizás porque tratamos de cobrarnos cuentas, quizás porque perdemos el sentido de nuestro rol, que es trabajar para otros...
-¿Conoce a Giorgio Martelli?
-No lo conozco.
-¿Sabe a qué se dedica su empresa?
-No sé. No estuve en el comando de la Presidenta. Mi comando era el Maule Sur, y arrasamos.
Reunión con Ponce Lerou
-Usted señaló que se la había vinculado a SQM.
-Tres personas me han vinculado, no voy a dar nombres, a SQM. Llamo a la responsabilidad, que no se hagan imputaciones al voleo. Hoy es gratis para el que las hace, pero para el que las sufre no. Tiene costos familiares y en la honra y el prestigio. En el caso en particular de SQM a mí me expulsaron en 1989 de María Elena con carabineros, con orden de los ejecutivos de esa empresa, cuando andábamos haciendo campaña para la votación del SÍ y el NO. Yo nunca le pedí plata a SQM. No se me hubiese ocurrido pedírsela. Siendo parlamentaria yo presenté un recurso de nulidad (por la licitación del litio de SQM), contratamos un abogado constitucionalista un conjunto de senadores y echamos abajo eso. Nos parecía que la licitación que se había hecho era absolutamente improcedente y se declaró desierta.
-¿Usted conoce a Julio Ponce Lerou o al ex gerente general de SQM Patricio Contesse?
-Estuve con ellos, con los dos, en una reunión que me pidieron como senadora de la República en mi oficina en el Senado, transparentemente. Fueron a verme por los planteamientos que había hecho en esa época en materia del litio y me manifestaron su preocupación por el tema de la concesión que ellos tenían y lo que significaba. Yo les dije que no era un tema que tenían que hablar conmigo porque eso estaba en el ámbito del Ejecutivo y no del Legislativo. Y me dijeron, bueno, pero nos interesa su opinión sobre este tema. Les dije mi opinión respecto del litio y la forma en cómo Chile lo ha administrado y manejado. Esa fue toda la conversación que tuvimos. Les dije que yo lo haría distinto si tuviera la posibilidad de hacerlo, no lo haría como se ha hecho hasta ahora. Esa fue la única vez que he estado con ellos. Creo que alguna vez me los topé en una de estas comidas de la minería.
-¿La Presidenta recibió fondos de SQM para la campaña?
-Respuesta clara y directa: tendrías que preguntarle al Servel. Porque los aportes son reservados.
Salida de la política
-A raíz de la comisión del caso Caval, el diputado Juan Luis Castro (PS) dijo que usted lo había amenazado para votar en contra. ¿Cómo tomó esa acusación?
-Me dio mucha pena, porque yo no concibo que alguien pueda mentir. Yo no estuve en el Parlamento con Juan Luis Castro ese día. Es todo lo que voy a decir al respecto.
-¿Ha pensado retirarse de la política?
-Tengo decidido retirarme de la política. Después de este cargo, después de este trabajo, de este rol con la Presidenta, yo no sigo en política.
-¿por qué?
-Porque cuando uno ha estado tantos años en política, empecé a los 14 años, en otro contexto, en otra época, en otro momento de mi país, y he visto la falta de generosidad, de solidaridad de algunos frente a un programa de gobierno, a una líder como la que tenemos hoy día, que de verdad es excepcional, de una sencillez, de una consecuencia como pocos... No me nace seguir sacrificando mi prestigio, mi tiempo, el de mi familia, en una actividad que hace lo que hace este diputado (Castro). Cuando yo llego a mi casa y encuentro a mi hijo lleno de lágrimas por la imputación de él o la acusación de algunos comentaristas, absolutamente injustificadas, hacen que me reafirme que después de acompañar a la Presidenta en este gobierno que es histórico -y que creo vamos a sacar adelante con tremendas transformaciones- es tarea cumplida.
-¿Está dolida por las críticas de su propia coalición?
-No. No tiene que ver con la coalición esto... dos o tres golpes que he visto en este año me hacen llegar a esta conclusión. Y es una convicción: creo que las actitudes de unos pocos me han hecho evaluar dónde quiero estar después de este trabajo. Y lo digo así, después de este trabajo, para que no haya ninguna interpretación de que estoy pidiendo que la Presidenta me mantenga.
-¿A qué episodios se refiere?
-Hay otros más, pero no voy a entrar en detalle. No tiene sentido, es una convicción personal. Estoy feliz trabajando aquí, feliz de haber aceptado el desafío y la invitación de la Presidenta, pero no estoy dispuesta a los costos que esto significa de nuevo. Me comprometí y aquí estoy: voy hacer mi pega como si fuera el último emprendimiento en los que estoy.
-Se privatizará.
-No hablaría de privatizarme hoy día, me condenarían a las penas del infierno... Tengo clarísimo lo que voy hacer después. Lo he conversado con mis niños.
-¿Lo ha abordado con la Presidenta?
-La Presidenta lo sabe. Y mis colegas también.
-¿Del comité político?
-Sí. (...) No me gusta cómo algunos están entendiendo la política, de distintos lados, y no son todos, son algunos. Creo que estamos instalando algo en el país que no nos ayuda como tal, por eso hago tanto hincapié en el tema de la confianza. Ese es nuestro problema, no es de corrupción. Es de desconfianza interpersonal en la política y se nos olvidó nuestro sentido de equipo. Cuando en la época de la dictadura luchábamos por derrocar a Pinochet y recuperar la democracia estábamos todos en esto. Hoy día cuesta identificar cuál es el proyecto. Y tenemos tantos proyectos bonitos... Esto me preocupa y ahí hay un tema personal: probablemente los molinos del Quijote me cansaron.
Vieja guardia
-Hay dirigentes de la Concertación que han cuestionado al actual equipo de gobierno, especialmente a Peñailillo, como ocurrió con el ex ministro José Antonio Viera-Gallo. ¿Cómo lo interpreta?
-Uno podría remontarse a la época de mi querido amigo José Antonio Viera-Gallo y probablemente encontraríamos titulares parecidos respecto de su gestión. No tengo nada más que decir.<¿son injustificadas="" las="" críticas="" de="" la="" llamada="" "vieja="" guardia"="" concertación?<="" b="">
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-Yo creo que hay algunos dirigentes y digo algunos, no son todos, que hacen el análisis de lo que hoy está ocurriendo en nuestro país desde la añoranza o el recuerdo de lo que fueron esos tiempos. El año 2003, cuando Chile también vivió una situación compleja, donde se sumaron una serie de situaciones no menores, no teníamos fiscales, no teníamos Twitter, no teníamos el empoderamiento de la ciudadanía que tenemos hoy día, no teníamos el escenario que hoy tenemos. Y ellos opinan desde esa época, donde las cosas eran distintas y creo que sería súper pertinente que hagan el ejercicio de trasladar los conflictos que ellos tuvieron a este momento y que se preguntaran si habrían sido capaces de enfrentarlos con cohesión en el Gobierno. Yo pediría un poco más de reflexión al hacer las afirmaciones.
"No queremos inventar todo de nuevo"
-La Presidenta dijo hace unos días a los corresponsales extranjeros: "Dado los casos que han afectado a Chile, mucha gente va a mirar con interés una nueva Constitución". ¿Cuál es su opinión?
-Que la Presidenta tiene toda la razón. Creo que en Chile, antes de estos casos, el sentimiento en un porcentaje alto del país era la necesidad de una nueva Constitución, y que estos casos reafirman eso. Porque la nueva Constitución no es solo la estructura administrativa o el régimen político de un país, es todo. Es nuestro marco económico, social, es la visión que tenemos del país. Y no es que queramos inventarlo de nuevo todo ¡por favor, no! Es cómo entendemos el desarrollo del país. Y yo creo que estos casos, insisto, no solo Penta o SQM, sino que también lo de La Polar, de las farmacias, de Freirina, hablan de la necesidad de que seamos un país que tenga reglas, en las que todos nos sintamos parte, que las escribamos todos.
-Ha pasado más de un año del Gobierno. ¿Qué va a pasar con la nueva Constitución?
-La Presidenta va a cumplir su programa, ha ido dando muestras de que lo va a hacer, y esto está dentro de su programa.
-Respecto de agenda legislativa, se ha dicho que hay muchos proyectos que son prioritarios que están recién iniciando su trámite legislativo.
-Siento que a causa del caso Penta y el SQM ha habido un impacto en los medios en concentrar las noticias ahí y no dar cuenta de lo que estamos haciendo en el Parlamento. Estamos avanzando y vamos a cumplir con nuestro desafío para el 21 de mayo. Me llamó la atención una nota por ahí acerca de que nos reuníamos el domingo... esa reunión está programada hace mucho rato.
-Hubo una sesión del Senado que duró 48 minutos.
-Sí. Lo que pasa es que hay muchos proyectos que no salen de comisión. Esperamos que salgan rápidamente para pasar a sala. De hecho, eso no se ha vuelto a repetir.
-En enero hubo una gran cantidad de proyectos tramitándose, lo que se compara con este menor flujo actual.
-Son períodos. Si uno recuerda cuando partimos el Gobierno, en marzo y abril de 2014, también tuvimos sesiones, en el Senado, bastante flojas desde el punto de vista de tablas. Y después fue un torbellino permanente. Y por eso tuvimos el éxito legislativo que tuvimos. Y ahora pasa lo mismo: se despacha y se tiene que volver a ingresar para poder llevar a tabla la votación en sala. Vamos a ser exitosos este año, soy optimista desde ese punto de vista.
-Tras la irrupción de estos casos, ¿cree que es necesario reordenar la agenda?
-No. Creo que, más que reordenar las prioridades legislativas, lo que tenemos que hacer es dar celeridad a algunos temas, por ejemplo, probidad y transparencia en la función pública. Deberíamos despacharlo esta semana en el Senado y pasar al tercer trámite en la Cámara. Porque es urgente en el contexto que estamos. Tenemos que resolver algunos temas en materia de corrupción en el Senado y en la Cámara, que son importantes para el momento en el que estamos, o sea, creo que tenemos que poner acelerador a algunos temas.¿son>
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