M. Vega, M. J. Ahumada y R. Franco

"Es una vergüenza lo que ha ocurrido con Penta, con SQM y con Caval, y la forma como en la política hemos enfrentado las tareas en materia de financiamiento de la política", dijo ayer el vocero de la Nueva Mayoría, Ernesto Velasco (PR), haciendo una clara autocrítica por la actual situación política del país.

El concepto estuvo presente en el documento que, después de una profunda revisión, los siete partidos de la Nueva Mayoría entregaron a los ministros del Interior y de la Segpres, y al consejo asesor presidencial, que dirige Eduardo Engel. El texto establece una agenda de probidad y transparencia con 33 medidas legislativas y administrativas, pero además plantea un severo diagnóstico sobre "el momento actual".

"Máxima gravedad"

"Hemos coincidido en considerar de la máxima gravedad los hechos que evidencian cómo se ha venido incubando y desarrollando una relación tóxica entre el dinero y la política. Sería una irresponsabilidad enorme intentar minimizar o relativizar la magnitud del problema que enfrentamos. Compartimos la indignación de nuestros conciudadanos", plantea el texto, que luego agrega: "Aquí no cabe tapar nada, empatar nada ni amnistiar nada".

Después de reconocer "autocríticamente la responsabilidad que nos corresponde", el documento propone una "agenda concreta de trabajo", para revertir la desconfianza y subsanar la relación entre el dinero y la política. En ese contexto, la Nueva Mayoría advierte que "es de principal interés no caer en errores políticos que vayan contra el objetivo principal, y que establezcan una legislación que mantenga la debilidad institucional de los partidos políticos".

Esto implica, según el texto, "atender los cambios institucionales en los dos ámbitos: público y privado", y "mantener la iniciativa por parte de la Nueva Mayoría, haciendo que la política marque el ritmo del debate y no la implementación técnica de las modificaciones legales". Para esto, continúa, "hay que identificar pronto los cambios que se apoyan, sin perder el horizonte en una maraña de especificaciones técnicas".

En todo caso, la propuesta afirma también que "los problemas que enfrentamos no han superado la capacidad de las instituciones democráticas para hacerles frente. Son ellas las principales interpeladas y deben hacerse cargo de la situación, que es una prueba donde ha de mostrar su madurez y capacidad", y que esto puede realizarse, entre otras cosas, acelerando la tramitación de proyectos de ley que actualmente están en el Congreso.

Propuesta de la Cámara

En tanto, la mesa de la Cámara de Diputados hizo pública ayer su propuesta sobre probidad y transparencia. Iniciativa que hizo llegar al Ejecutivo para que la incorpore al trabajo del consejo asesor presidencial en la materia.

Entre otros aspectos, el documento plantea fortalecer el control interno en el Congreso. Esto, mediante el establecimiento de límites temporales y presupuestarios a las altas autoridades -consignar que no se reajusten remuneraciones "en el ejercicio 2016"- y a través de la modificación de las comisiones de Ética y Transparencia de ambas Cámaras, "incorporando en ellas a personas de reconocido prestigio público, que no pertenezcan al Parlamento".