Señor Director:

El académico Gregory Elacqua afirmó ante el Tribunal Constitucional que el sistema de sorteo o tómbola es el mecanismo más justo para resolver el problema de una demanda de matrícula superior al número de vacantes que ofrecen los colegios, porque da a todos la misma oportunidad de ser elegido.

En realidad, más que "más justo" es el menos malo, porque igualmente deja a jóvenes fuera del colegio al que postularon. Es decir, el mismo número de alumnos que antes era excluido por selección ahora es excluido por sorteo, porque el número de colegios de calidad es el mismo. Ya no serían jóvenes discriminados, sino perdedores. Tampoco permite que sean los padres quienes elijan a los colegios, porque el azar decidirá, y no la voluntad expresa de las familias.

Este mecanismo "más justo" es en realidad un calmante psicológico para los legisladores y una solución artificial. El eufemismo del sorteo tiene la misma carga psicológica de la exclusión, e incluso es más cruel aún, porque deja la responsabilidad en el alumno o alumna, puesto que es él o ella quien tiene la mala suerte de no salir favorecido en esta lotería, y no es el sistema educativo el que está produciendo la exclusión al no ofrecer escuelas de calidad para todos.

Este cambio cosmético de sorteo por selección resulta finalmente una forma barata y fácil para las autoridades de eludir la responsabilidad que tienen de brindar colegios de calidad para todos y eliminar así la exclusión definitivamente. En buenas cuentas, son las autoridades las que están provocando la exclusión de jóvenes de las escuelas, y se escudan en la promulgación de una ficción de ley que presuntamente les resuelve el problema y los libera del trabajo que han dejado de hacer: construir un sistema de educación de calidad para todos.

Carlos Veas Gamboa
Secretario ejecutivo
Federación de Instituciones de Ed. Particular (FIDE)