El Mercurio.com - Blogs : Chile bajo la lupa de un extranjero
El Mercurio en el tiempo
Domingo 29 de marzo de 2015
Chile bajo la lupa de un extranjero
30 de marzo de 1915
Que en las cantinas se beba un fuerte licor extraído de las papas putrefactas. Que en Santiago no haya rascacielos. Que en pleno siglo XX las niñas bonitas no puedan salir solas a la calle. Todo esto le llamó la atención al cronista de viajes norteamericano Frank G. Carpenter, quien escribió sus impresiones de la sociedad chilena en el diario The Pittsburg Dispatch.
Posteriormente, "El Mercurio" las reprodujo el 30 de marzo de 1915: "En este país hay diversas castas sociales muy definidas. Los aristócratas son descendientes de los españoles y de los patriotas que pelearon en la Independencia. Ellos dirigen los destinos de la nación, ocupando cargos muy bien rentados y poseyendo grandes propiedades. Algunos tienen salitreras y mineras, así como un gran número se dedica a distintas industrias. Muchos son hacendados muy ricos y de este grupo provienen los hombres más doctos e inteligentes. La mayoría son de refinada educación y constituyen el elemento progresista. Tampoco tienen miedo de luchar por sus derechos".
Respecto de la clase media, el autor afirmaba que estaba compuesta por comerciantes y pequeños propietarios: "Entre ellos hay hombres de raza blanca y muchos tienen sangre araucana mezclada con la de los ascendientes españoles". Añadía que el estrato bajo lo componían los inquilinos, erróneamente llamados rotos : "Dicha palabra encierra un significado de desprecio e induce a imaginarse a un hombre ebrio, inepto, además de pendenciero. Tal no es la naturaleza del inquilino o campesino chileno. Es bueno de corazón, trabajador, honrado. Es descendiente directo de los campesinos del norte de España y de los araucanos. Es muy apto para aprender cualquier oficio, pudiendo formarse de ellos excelentes mecánicos, chacareros y arboricultores".
Se leía que "los peones son los más fuertes y resistentes del mundo. He visto que entre cuatro hombres levantan un piano como si fuera un saco de plumas. Además del servicio militar, una fuente de civilización que educa al inquilinaje son las sociedades de protección fundadas entre ellos mismos. Los empleados de ferrocarriles, los artesanos y cargadores de muelles se han organizado. El elemento obrero empieza a tomar parte activa en la política y tiene ya representantes en el Congreso Nacional".
Por último, Carpenter relataba que "la mayor parte del comercio chileno es practicado por extranjeros, y algunas de las más grandes fortunas del país están en manos de ellos (...). Valparaíso es hoy una ciudad cosmopolita y sus principales negocios están en manos de ingleses y alemanes".