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Editorial
Viernes 27 de marzo de 2015
Interrogantes en seguridad pública
No siendo impensable que otro conflicto derive en una asonada que se extienda más allá que cuanto ocurrió esta vez en Lo Barnechea, ¿qué está previsto?, ¿cuál es el respaldo efectivo a la actuación policial?...
Serias interrogantes abren las recientes tres noches consecutivas de incidentes y vandalismo en el Puente Nuevo de La Dehesa, tras la muerte de un joven de la población La Ermita, durante un operativo para capturar a un sujeto con siete órdenes de detención, presuntamente por disparo de un carabinero.
Ante la violencia y el vandalismo desatados que se vivieron, no cabe sostener que hubo "una sobrerreacción" de los colegios que, considerando la seguridad de sus alumnos, apoderados, profesores y personal, suspendieron las clases para 5.000 estudiantes de dicha comuna y de Las Condes el día del funeral. Y, por desgracia, el anuncio de que el municipio y Carabineros acordaron "pacificar la población para siempre" no basta como garantía. Los ataques a automovilistas con piedras, palos, fierros, barricadas y miguelitos no fueron una situación bajo control, y nada asegura que algo similar no se repita en cualquier momento.
Carabineros mantendrá allí un contingente de Fuerzas Especiales hasta mediados de abril, y la municipalidad anticipa "una pacificación definitiva" mediante la intervención social, para no "permitir que un lugar donde viven seis mil personas sea estigmatizado por 40 o 50" violentistas, que incluso pueden corear públicamente "¡Queremos matar un paco!" (sic) o "¡Todas las balas se van a devolver!" Pero si aquellos están identificados, es preciso que las autoridades -desde las municipales hacia arriba en la jerarquía de competencias- respondan por qué, de modo cotidiano, pueden ellos seguir actuando impunemente en múltiples formas delictivas.
El sargento de Carabineros presuntamente autor del disparo que causó la muerte del joven poblador fue dado de baja. El comisario de Lo Barnechea, un joven oficial de distinguida trayectoria, que hizo cuatro intentos de auxiliar al poblador herido, sin conseguirlo, pues los violentistas lo impidieron con una cuarentena de disparos, según ha declarado, ha añadido que entre sus "principales obligaciones" está la de "cuidar a su gente", a los recursos humanos de Carabineros.
Sin duda, esa es responsabilidad natural del mando, y de allí que, en lo más álgido de los disturbios, ordenara el repliegue de sus fuerzas. Pero, ¿qué ocurre entonces con la población corriente, que habita, labora o transita en una zona en que se produce un enfrentamiento con armas de fuego? ¿Qué protocolos o procedimientos policiales son aplicables cuando un contingente policial es sobrepasado? ¿No puede ser reforzado de inmediato por fuerzas adicionales suficientes? No siendo impensable que otro caso como este derive en una asonada que se extienda más allá que cuanto ocurrió esta vez, ¿qué está previsto para esa eventualidad? Llamar al "autocuidado" de los transeúntes es desconcertante si a los afectados por el vandalismo que fueron a denunciar, un efectivo policial los insta a retirarse rápido de la comisaría, dadas las amenazas de atacar el retén. Y el alcalde de Lo Barnechea ha recordado que cuando el año pasado un bus del Transantiago atropelló y mató a un niño, sus buses "no pudieron entrar a La Ermita durante un mes, porque los apedreaban".
Lo sucedido aquí demanda respuestas. Una técnica, pues las Fuerzas de Orden y Seguridad Pública "existen para dar eficacia al derecho, garantizar el orden público y la seguridad pública interior" (art. 101 de la Constitución). Y otra política, en el marco de la conservación del orden público, que es responsabilidad gubernamental básica (art. 24). ¿Puede estar sucediendo que Carabineros, tan altamente evaluado por la población en todas las mediciones de opinión y reconocido entre sus pares latinoamericanos, sienta que si actuara con la misma energía que es propia de las policías en las más avanzadas democracias -piénsese en Gran Bretaña o Francia, por ejemplo-, no encontraría suficiente respaldo de las instancias gubernamentales?