Señor Director:

Dentro de las cosas apresuradas y carentes de reflexión que las cabezas políticas han llevado a cabo últimamente, una de las graves es la implementación del horario fijo de verano. Y comienzan a sufrirla los escolares.

Apoyo la medida de dejar un horario fijo durante el año. Pero, quienes hicieron efectiva esta medida, ¿no pensaron que lo conveniente era, en vez del horario fijo de verano, mantener el de invierno?

Los niños están comenzando sus días de clases -y continúan buena parte de sus mañanas- a oscuras o sin luz natural. La vitalidad, la claridad de la luz, es imprescindible durante las frías jornadas de invierno.

Jessica Atal