Señor Director:
La
respuesta del señor Gerhard von Borries, vicepresidente de proyectos de Codelco, a mi
carta por lo largo e inclinado del túnel vial de acceso principal para Chuquicamata Subterránea (26 de febrero), no responde al problema planteado.
Cuando referí sobre pendientes máximas de túneles viales no eludí a prácticas de actividad minera (códigos administrativos escritos por hombres), sino a la esencia de la física clásica y la termodinámica (leyes naturales que el hombre debe entender y respetar). En efecto, una medida del rendimiento real de cualquier motor es la relación potencia/peso que representa la capacidad de aceleración. Así, el diseño vial exige un mínimo para los vehículos pesados (buses o camiones). Esta restricción mecánica impone en túneles lo que se conoce como longitud crítica en pendiente (dada por caídas en la velocidad de operación de vehículos pesados), cuyo máximo es 300 m para pendientes máximas de 6%. En pendientes de 8% a cielo abierto los camiones estabilizan su velocidad en 25 km/h a partir de longitudes de 900 m (los buses no son muy diferentes).
Finalmente, en los caminos geográficamente altos las velocidades de operación son aún más bajas. En consecuencia, difícilmente se alcanzarán las velocidades que Codelco indica para este túnel.
Codelco-Teniente explota la mina subterránea de cobre más grande del mundo. Actualmente opera con el Adit71 que es un túnel plano bidireccional complementado con elevadores de transporte vertical de personas. Asimismo, el proyecto Nuevo Nivel Mina contempla dos túneles de 8,9 km cuya pendiente no supera el 2%. La evaluación del acceso principal para Chuquicamata Subterránea consideró tres alternativas (caminero, ferrocarril y elevadores), comparando tiempos de viaje, trasbordos, inversión y costos de operación, en que, mediante criterios técnicos y económicos, resultó ganadora la alternativa caminera (menor costo económico).
De la información pública, se deduce que no se evaluó el riesgo. Asimismo, los tiempos de viaje de la alternativa caminera serán mayores si se evalúa correctamente con las velocidades técnicamente posibles de obtener en esa geometría y condiciones. También, en ferrocarril y elevadores la velocidad es un dato (controlado por el sistema); en caminero es una variable (controlada por el conductor). Además, el riesgo de accidente caminero supera largamente los modos ferrocarril y elevadores.
Entonces, como menciona en su carta, Codelco debiera mostrarnos dónde se han construido dichos túneles camineros de acceso a minas de clase mundial. No obstante, tengo la impresión de que deberán revisar la evaluación del acceso principal, porque la vida humana y la salud no se negocian.
Francisco Frésard