La U se hunde cada día más en la Copa Libertadores. Ayer, en Porto Alegre, perdió 3-1 con Internacional y sumó su segunda derrota en el torneo. La consecuencia: quedó colista del grupo 4.

Los azules salieron con el libreto bien estudiado. Presionaron para impedir que los brasileños rotaran el balón en el medio y buscaron el contraataque. Por poco Maxi Rodríguez consigue abrir la cuenta: estrelló su zurdazo en el horizontal. Cuando la tarea en el primer tiempo parecía resuelta, un discutible penal de Cristián Suárez a Andrés D'Alessandro destruyó todo. El propio argentino anotó a segundos del descanso. Mientras caminaban al camarín, Sebastián Ubilla y el propio D'Alessandro intercambiaron camisetas, lo que desató la rabia de Guzmán Pereira, quien les enrostró la actitud a ambos.

Sin mostrar un juego deslumbrante, Inter alargó la distancia con un contragolpe letal que, para variar, pilló descolocada a la defensa azul. Cobró Jorge Henríque a los 61'. Ni el descuento de Gustavo Canales cambió la suerte de los chilenos: a pase de Charles Aránguiz, Sasha liquidó a 12' del epílogo.

No fue ni con mucho el peor partido de la U. A ratos incluso mereció mejor suerte, pero no hay caso: sus despistes defensivos son una marca que ayer volvió a registrar en la Copa. El jueves, ante The Strongest boliviano en Santiago, se juega la supervivencia.