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Editorial
Jueves 26 de febrero de 2015
Nuevas autoridades para un frágil Conicyt
La institucionalidad que se cree debe incluir a la innovación y la educación superior junto a la ciencia y la tecnología como parte integrante de un mismo encadenamiento productivo...
El reciente nombramiento de Cristián Nicolai como director ejecutivo de Conicyt -ex subsecretario de Telecomunicaciones durante el gobierno de Lagos y ex secretario ejecutivo de Energía- se suma al del presidente de la institución, Francisco Brieva -ex presidente de la Comisión Chilena de Energía Nuclear y ex decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile-, hace algunos meses, quedando aún por nombrar a los miembros del Consejo de Conicyt, quienes tendrán a su cargo administrar la organización bajo la presidencia de Brieva, y cuya reposición fue recientemente aprobada luego de más de 40 años sin funcionar.
El hecho de que después de casi un año de gobierno no se haya logrado completar la gobernanza de Conicyt y el que al final del gobierno pasado esta haya quedado presidida de manera subrogante por la renuncia de su presidente son síntomas de los problemas que arrastra la institucionalidad de esta entidad, la que, a su vez, se inserta en los problemas no resueltos de la institucionalidad más general sobre ciencia, tecnología, innovación, emprendimiento y formación de capital humano avanzado, tratados por la Comisión Philippi durante el gobierno de Piñera, y ahora en estudio por la Comisión para el Desarrollo de la Ciencia convocada por la Presidenta Bachelet.
No solo se trata de que la remuneración del presidente de Conicyt sea sustancialmente inferior a la de su subalterno, el director ejecutivo -de por sí un problema-, sino, además, de que la dependencia de toda la organización esté radicada en el Ministerio de Educación, el que históricamente, y por razones comprensibles, no ha destinado la atención que debería a la agencia científica y tecnológica. Esta debilidad institucional ha impedido aclarar la función de Conicyt con precisión: ¿Es esta la agencia que gestiona los fondos destinados a ciencia y tecnología conforme a un diseño decidido en otra instancia política (gestión a la que se agrega Becas Chile o el Parque Astronómico Atacama, según vayan surgiendo), o se trata de la entidad que define la política de ciencias y tecnología del país, y que luego la implementa y gestiona?
La indiscutida calidad de Brieva y Nicolai, y del eventual Consejo que se nombre, no serán suficientes para resolver estas dudas, pues corresponden a una definición institucional que aún no se ha hecho. Es de esperar que ella se dé con prontitud, y que para ello se tomen en cuenta dos criterios esenciales: el diseño de las políticas públicas y su posterior implementación deben ser desarrollados por instancias distintas, y la institucionalidad que se cree debe incluir a la innovación y la educación superior junto a la ciencia y la tecnología como parte integrante de un mismo encadenamiento productivo.