Señor Director:
De acuerdo con
la columna publicada ayer por el embajador de Suecia en Chile, Jakob Kiefer, sobre la política exterior feminista sueca, es transcendental destacar que la inclusión de la mujer en la fuerza laboral tiene efectos positivos en los resultados económicos de los países, que no pueden obviarse.
Chile no es la excepción, pero nuestra tasa laboral femenina es de 48,8%, muy por debajo del 77% de Suecia. Es decir, nos queda mucho trabajo por hacer como país.
A modo de ilustración, de acuerdo con el libro "Contra la desigualdad el empleo es la clave" (2011), escrito por los destacados economistas Andrés Velasco y Cristóbal Huneeus, la mayor contratación de mujeres y jóvenes puede reducir el coeficiente Gini hasta en cuatro puntos y la desigualdad a casi la mitad en nuestro país. Es muy importante entonces destacar que una inclusión laboral femenina a tasas similares a la masculina supondría drásticos cambios en la economía chilena, tal como sugiere la columna del embajador.
Según estudios de la OCDE, la tasa de participación femenina se encuentra relacionada con la superación de la pobreza, pues multiplica el ingreso familiar, dignifica la vida de muchas mujeres y las oportunidades de su familia. Por lo tanto, si queremos seguir creciendo y mejorar nuestra distribución de ingreso, necesitamos de forma urgente aumentar la tasa laboral femenina en Chile.
Entender los positivos efectos económicos, como los mencionados en la columna del embajador, es vital para centrar esfuerzos en políticas públicas que fomenten la integración de la vida familiar y laboral, trabajar de la mano de las empresas para incentivar la compatibilidad laboral y crear redes de apoyo eficientes para el cuidado de los hijos. Junto con lo anterior, también se necesita un cambio cultural que permita la inclusión con dignidad, la valoración de las capacidades de mujeres y hombres por igual, entendiendo las diferencias y virtudes de cada género.
No cabe duda de que, desde un punto de vista económico, la inclusión de la mujer significa países menos pobres y más igualitarios. Muy de la mano de lo que necesitamos en Chile.
Verónica Campino H.Directora fundadora Chile Mujeres