La psicología ha incorporado con mucha fuerza la adquisición de esta práctica, más allá de sus orígenes teóricos y filosóficos. Viene originalmente del budismo pero hoy ya se cultiva en Occidente.
Si tenemos que resumir, diríamos que el mindfulness es el aumento de la conciencia activa, de la atención en el aquí y el ahora. Es la actitud inversa al piloto automático. Es una manera de estar presentes en nuestra vida cotidiana a través del estar conscientes de la experiencia que estamos viviendo. No la que vamos a vivir, no la que tal vez resulte, no la que ya viví... no...la que estoy viviendo.
Al revés de la cultura occidental del control y el cambio, de las definiciones de cómo se debe ser, y de cómo hay que sentir, la filosofía del mindfulness nos invita a estar presentes y a aceptar el mundo como es, en cada momento de nuestra vida.
Se requieren cambios de fondo si queremos vivir la vida como es, como viene. Se requiere paciencia, confianza, falta de juicio, calma y, sobre todo, soltar el control.
¿Para qué? Para aliviar el sufrimiento. Para aprender a estar y estar bien.
Es mejor la vida si en cada momento tratamos de ser y estar en lo que estamos, sin guerras contra nuestra historia y nuestro presente. Es curioso cómo se aprecian aspectos bellos de la vida cuando la miramos en un momento cualquiera, sin juicios respecto de cómo podría o debería ser. Las comparaciones son odiosas e inútiles, parece.
El mindfulness es una gran herramienta contra el estrés. Y el estrés es el mal de Occidente. El que provoca más enfermedades y el que más deteriora la convivencia. Cuántos de nuestros malos ratos, cuántos de nuestros desacuerdos, están basados en cómo debe ser la vida y no en lo que es. No hablamos de un estilo de vida en que se hace lo que quiere. Hablamos de una manera interna, propia, de percibir la experiencia y de no perdernos lo que estamos siendo, que generalmente es mejor que lo que habíamos planeado ser. Es detenerse y mirar, sentir el presente y aprender de él lecciones que, cuando corremos, no alcanzamos a percibir./p>