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Cartas
Domingo 01 de febrero de 2015
Democracia y selección
Señor Director:
Don Gonzalo Rojas argumenta en contra de la política educativa del actual gobierno, señalando que a los jóvenes se les ha martillado "que toda selección es perversa, que toda selección es injusta". Esta forma de presentar el argumento se aleja del sentido que tiene la reforma al proceso de selección escolar cuya ley se acaba de tramitar en el Congreso Nacional. Lo perverso del sistema de selección que se intenta dejar atrás no es la selección misma, sino la selección adversa, que excluye de las mejores oportunidades a quienes tienen menos recursos económicos, herencia cultural más precaria, menos redes sociales de apoyo o menos habilidades cognitivas.
La educación chilena enfrenta hoy una creciente heterogeneidad de la matrícula escolar, que se deriva de la heterogeneidad también creciente de la sociedad. El modelo chileno ha colocado hasta ahora incentivos que operan en dirección a la exclusión y la segmentación por causas socioculturales, como origen, creencias, herencia cultural e ingreso familiar, así como por las competencias cognitivas de los estudiantes, configurando escuelas que replican y refuerzan el daño estructural de nuestra sociedad: segmentación, exclusión, discriminación, carencia de oportunidades, creciente concentración del poder y de la riqueza.
Dejar atrás la selección adversa tiene que ver con la sana preparación para la vida personal y social. El fin de la educación es preparar a las personas para la vida y entregar competencias a la sociedad para enfrentar eficazmente sus desafíos. Pues bien, si los estudiantes que ya viven encerrados en comunidades excluyentes de iguales replican esa vivencia en la escuela, ¿cómo se espera que la educación colabore ya no solo a romper el círculo vicioso de la exclusión y la discriminación, sino a prepararlos para desenvolverse en el complejo y cambiante mundo de hoy? Solo educándose en comunidades heterogéneas, que se ocupen de naturalizar la diversidad y entenderla como un dato inevitable, que no toleren la intolerancia y formen para la solución pacífica de las diferencias y conflictos, se podrá formar ciudadanos para una vida social democrática e inclusiva.
Carlos Anríquez
Sostenedor Educacional Red de Colegios Inclusivos