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Cartas
Sábado 31 de enero de 2015
Violencia en Latinoamérica
Señor Director:
El Mercurio destacó el triste récord de América Latina como la región más violenta del mundo. En Centroamérica el nivel de violencia ya no sorprende a nadie. En dichos países, solo a los extranjeros les llaman la atención los guardias de seguridad que rodean casas y barrios, la mayoría muy jóvenes, y el gran poder de sus armas, usadas sin vacilación dado el caso.
La situación de Honduras es dramática: en el año 2010 se produjeron 6.239 homicidios (el doble que en el 2006), alcanzando una tasa de 78 muertes por 100.000 habitantes.
En El Salvador al año 2008 la tasa alcanzaba a 54 por 100.000, con una tendencia al incremento entre 2001 y 2009, de 70 a 131 en hombres y de 6,5 a 17,5/100.000 en mujeres.
Chile aparece como el país de más bajo riesgo de homicidio. La tasa del año 2010 es de 4,5/100.000 habitantes, 7,9 en hombres y 1,3 en mujeres (6,3 veces mayor riesgo en hombres). Estas cifras son una buena noticia, pero están aumentando. La tasa de mortalidad por homicidio con armas de fuego e instrumentos cortopunzantes ha crecido entre 1982 y 2008 de 24 a 63/100.000 en varones (162% de incremento) y de 2,4 a 6,9/100.000 (187%) en mujeres.
Lo anterior debe llamarnos a la acción. Que no nos suceda que interpretemos el incremento del riesgo solo como un hecho a describir por los expertos. La violencia social y su expresión en muertes por homicidios es un problema de salud pública y no ocurre por azar. Existen determinantes que contribuyen a que un grupo poblacional tenga mayor riesgo.
Este es un problema que hay que enfrentar desde todas las dimensiones que abarca y coordinar e integrar acciones complementarias con gran énfasis en la prevención, actuando sobre sus determinantes desde la infancia. Se deben reforzar los sistemas de vigilancia activa y de atención médica y psicosocial de las víctimas. No se debe obviar el problema subyacente de incremento sostenido del tráfico y consumo de drogas. El incremento de la mortalidad por homicidio en las mujeres es grave.
La violencia no es normal y quizás estemos a tiempo.
Dra. M. Inés Romero
Subdirectora Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS)
Universidad San Sebastián