Aunque Jorge Sampaoli haya quedado conforme e incluso diera a entender que el trabajo realizado para el amistoso de Chile ante Estados Unidos puede finalmente brindarle opciones para ajustar el plantel que enfrentará la Copa América, lo cierto es que parece bastante dudoso que ante los norteamericanos se haya realizado un verdadero examen de selección.
Es cierto que frente al equipo de Klinsmann hubo algunos puntos destacados, pero lo es también que el ajuste táctico que realizó Sampaoli para encajar las piezas con las que contaba impide efectuar un eficiente ejercicio de superposición con el equipo que seguramente presentará Chile en la cita americana.
Que Mark González haya, por ejemplo, brindado una eficiente actuación como alero izquierdo no es causa suficiente para considerarlo como una carta imprescindible para el equipo de Sampaoli. Sabido es que Chile no juega con punteros fijos, sino que los dos puntas habituales -Sánchez y Vargas- proyectan diagonales y se apoyan en los laterales conforme buscan el centro.
En ese sentido, González debería contrastarse como opción de un defensor zurdo, como Eugenio Mena o incluso Jean Beausejour. Y en eso tiene hoy varios bonos menos que ellos para cumplir tal función.
Lo mismo acontece con Roberto Gutiérrez. Si Chile jugara permanentemente con un "9" clásico, lo exhibido por el delantero de la UC en Rancagua hubiese sido una noticia grata. Pero en la mente de Sampaoli tal especialista solo está en la lista de las opciones lejanas y puntuales. Bien lo sabe Mauricio Pinilla...
Lo mismo puede decirse de otros que cumplieron a niveles satisfactorios, como Bryan Carrasco en función de un puntero derecho incisivo. ¿Qué posibilidades reales y concretas tiene el jugador de Audax de integrar en esa función el cuadro estelar de Sampaoli?
Quizás los únicos que levantaron candidaturas más o menos sólidas fueron Osvaldo González y Gonzalo Espinoza. El primero, porque como defensor derecho cubre necesidades urgentes de la Roja, y el segundo, porque se adapta con facilidad a variantes tácticas. Puede ser una opción eventual de reemplazo para Marcelo Díaz y Charles Aránguiz, indistintamente.
Los buenos pases en profundidad de Marco Medel, en tanto -algo de lo cual carece la selección si no es por los toques de Valdivia- podrían ser también una posibilidad seductora para Sampaoli, aunque es difícil que el jugador de Santiago Wanderers con solo eso logre desbancar de una selección "lógica" al propio Valdivia, a Vidal o a Fernández.
El caso más curioso lo representó Erick Pulgar. Devenido en volante central por las necesidades propias de Universidad Católica, ocupó tal posición en la Roja en forma inexplicable. Era la oportunidad de verlo en la línea de los centrales. Incluso, en lugar de José Rojas -quien sinceramente debería estar hoy en la lista de los dudosos para la Copa América- para ver si podía solucionar uno de los grandes problemas de la selección: la poca eficacia cuando el rival juega a las espaldas de los defensores.
Como opción de ventilar conceptos, el partido ante Estados Unidos aprobó. Como examen específico, como banco real de pruebas, la verdad es que el amistoso estuvo lejos de tener gran importancia.