Esta es la biografía de Louis Zamperini (1917-2014), héroe de guerra y atleta olímpico estadounidense, que sufrió dos calvarios que parecían interminables: estuvo a la deriva durante 47 días sobre una balsa y fue prisionero hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Estos dos episodios principales se inician con un prólogo bélico de ataque aéreo, aterrizaje de emergencia y nuevo ataque, cruzado por flashbacks de la niñez y juventud, hasta su participación en los Juegos de Berlín 1936.
Es un ejercicio narrativo crudo y en bloque, y la participación de los hermanos Joel y Ethan Coen en el guión es más una anécdota, porque no son los responsables de la película ni del resultado.
Angelina Jolie, la directora, eligió para un papel crucial a un cantante y compositor japonés que nunca había actuado en el cine. Takamasa Ishihara es el jefe del campo de concentración, el oficial Watanabe, que se ensaña con Zamperini (Jack O'Connell), lo acosa, tortura y golpea a lo largo de media película.
Es el tipo de actuación ínfima y superficial, que se queda en los gestos, ademanes y expresiones faciales, por lo que los galardones que distinguen a lo peor del año ya tienen en el personaje de Watanabe a un gran nominado.
Hay un modelo previo inevitable para esta película: "Furyo" (1983), de Nagisa Oshima. En ese campo de prisioneros ingleses, el cruel oficial de turno fue interpretado por el músico Ryuichi Sakamoto, que también debutó en la actuación, pero esa vez fue con categoría y no como ahora que fue con caricatura.
La de hace tres décadas fue una historia de abuso y tortura, dominada por los impulsos homosexuales del japonés.
En la película de ahora nada está claro, solo que el oficial parece estar siempre sobre una pasarela, como si esto fuera un ejercicio de modelaje masculino.
"Inquebrantable" tiene mucho de publicidad, fotografía, higiene y limpieza, con una tropa de actores en la categoría pandilla juvenil sana, transparente y valerosa en el frente de combate.
El primer bloque, el de Zamperini y dos compañeros sobre la balsa, es una suma de conversaciones sobre comida casera, mirar las estrellas, cavilar sobre la vida y la muerte, pescar y comer pescado crudo, y la entretención, como corresponde, les pertenece a los tiburones que nunca descansan.
El segundo bloque transcurre en los campos de prisioneros, con Watanabe que pega, apalea y apalea y es tan repetido y monótono el castigo, tan brutal e inexplicable, que la única pregunta que cabe, porque a eso apunta la historia, es la típica: ¿y la bomba, cuándo?
Una pregunta inapropiada e incorrecta para una película que termina con cantos pacifistas y mensajes por la paz y el perdón.
Lo único realmente inquebrantable es la voluntad y paciencia del buen espectador.
"Unbroken". EE.UU., 2014. Director: Angelina Jolie. Con: Jack O'Connell. 137 min. Mayores de 14 años.