M. Vega, J. Herrera y M. Toro

Minutos antes de las 20:00 horas de ayer, la Cámara de Diputados aprobó la más polémica de las modificaciones que hizo el Senado a la reforma escolar: la que limita la selección que pueden hacer los colegios emblemáticos a un 30% de su matrícula.

La aprobación provocó fuertes reacciones en las tribunas, particularmente de los apoderados, por lo que el presidente de la Corporación, Aldo Cornejo, ordenó una evacuación parcial. Como respuesta, la mayoría de los diputados de la Alianza abandonó la sala. “Es símbolo de la aplanadora final”, acusó el RN José Manuel Edwards.

El proyecto que pone fin al lucro, el copago y la selección con recursos públicos se aprobó en su totalidad en tercer trámite 15 minutos después, culminando un proceso de más de ocho meses.

Dudas oficialistas

Sin embargo, la jornada no fue fácil. Por la mañana, durante un encuentro que incluyó a los ministros del comité político de La Moneda y a los presidentes de los partidos de la Nueva Mayoría, el Ejecutivo hizo un llamado al oficialismo para aprobar durante la jornada la reforma educacional y no dilatar el debate.

No obstante, cuatro horas antes de la votación, al menos siete diputados del PPD mantenían en duda su posición frente a los liceos de excelencia. Eran suficientes votos para llevar el proyecto a comisión mixta, sobre todo, considerando que Alberto Robles (PR) ya había anunciado su rechazo y que también había dudas dentro de la DC.

Ante la incertidumbre, los ministros de Educación, Nicolás Eyzaguirre, y del Interior, Rodrigo Peñailillo, se dirigieron al almuerzo de la bancada PPD, donde varios diputados reiteraron que preferían la fórmula de la Cámara. Esta permitía que los liceos de excelencia recibieran solo a estudiantes del 20% superior de sus colegios.

Eyzaguirre consiguió allanar a los diputados solamente bajo el expreso compromiso de corregir el tema en la próxima Ley de Educación Pública.

Tanto el jefe de bancada del PPD, Pepe Auth, como el diputado Marco Antonio Núñez dejaron constancia de esto durante la discusión en sala.

“Hemos conversado con el ministro que es necesario, y así lo creemos varios, que cuando discutamos la ley y los estatutos que van a regir nuestros colegios municipales, exista el respeto a aquellos que durante tantos años (por ejemplo, el Instituto Nacional) han sido capaces de crear una élite no de la clase alta, no aristocrática, sino que una élite republicana”, dijo Núñez.

El próximo presidente de la Cámara puso énfasis en la “cocina” del Senado y pidió cuidar el trabajo prelegislativo, “por dignidad de esta Cámara”.

En tanto, Jorge Tarud, también PPD, comentó que si bien no le gustó “el apuro con el cual se hicieron las cosas”, quería creer en Eyzaguirre, “que me aseguró que confiara en él, que va a enviar un proyecto nuevo”.

El tema estuvo presente en casi la totalidad de las intervenciones de la oposición que, por quórum, no tenía capacidad de revertir por sí misma ninguna votación. “Han abusado del resultado electoral que tuvieron, pero la gente les va a pasar la cuenta”, dijo José Antonio Kast (UDI).

“No es el tema central”

Al finalizar la votación, y después de salir del Hemiciclo, Eyzaguirre se dirigió al presidente de la comisión de Educación, Mario Venegas, lo abrazó y dijo: “Él es la mitad de la reforma”. Luego se dirigió a su asesor jurídico, Patricio Espinoza, y agregó: “Él es la otra mitad”.

Tras los abrazos, el ministro expresó su gratitud a los parlamentarios de la Nueva Mayoría e independientes, y después se refirió a los emblemáticos. Y aunque enfatizó que “de momento solo representan el 0,5% de los establecimientos”, es un tema que “deberá ser desarrollado en su oportunidad”.

Consultado reiteradamente acerca de qué es lo que se revisará sobre estos colegios, afirmó que “vamos a abrirnos a una discusión necesaria, que es el rol de los liceos emblemáticos en la educación pública, y eso significa un conjunto de temas entre los cuales está la selección, pero no siendo necesariamente ni lo central ni lo más importante”.

Bancada estudiantil

Otro factor que marcó el debate fue el cerrado respaldo que la bancada estudiantil entregó al Gobierno. Además de contribuir con sus votos, los diputados Giorgio Jackson (Revolución Democrática), Camila Vallejo y Karol Cariola (PC) valoraron el estado en que terminó el proyecto, que según Jackson, “se merece un 6,0, una buena nota”.

El único que mantuvo una postura distante al Ejecutivo fue el independiente Gabriel Boric. El diputado magallánico y ex presidente de la FECh afirmó que con la aprobación de este proyecto, “no habrá marchas en la Alameda ni celebraciones en Plaza Italia. Esta no es su reforma. No es por lo que nos hemos movilizado (…) este proyecto no termina con la selección”.