Mi hijo me advirtió por WhatsApp: "Nos vamos por cinco días donde no hay conexión alguna". Y desaparecieron.
Otros nietos míos se asoman a sus celulares y se interrelacionan con personas que desconozco. Me ponen nervioso. ¿Están aquí o están allá?
Mi mujer también se me ausenta en los momentos más inesperados.
La semana pasada Microsoft dio un paso más allá para esta situación de estar allá y estar acá simultáneamente: presentó los HoloLenses. Los HoloLenses no están listos para las tiendas, y el New York Times dice que Samsung y Sony están preparando algo parecido. Y que superan a los anteojos Google, esos que son anteojos-pantalla.
Ya me imagino a mis nietos con HoloLenses durante un picnic familiar en el Parque Metropolitano. Todos mirando algo distinto, cada uno en su mundo, porque los HoloLenses (viene de "holograma") lo sumergen a uno en un espacio físicamente muy definido, aunque relacionado con el entorno.
O sea, mis nietos podrían estar jugando Minecraft y uniendo su construcción al paisaje ante sus ojos. Subyugante.
Pero cada uno estaría aparte del grupo, casi como mi hijo de vacaciones, lejos, "sin conexión alguna".
Tendremos que encontrar modos de encontrarnos en estos espacios nuevos, que se construyen, irremediablemente. Las aplicaciones para los HoloLenses están ya en el aire.
Habrá que aprovechar, como en el tema de los videojuegos, los programas educacionales en computador, tan avanzados en Chile. Ahí la Universidad de La Frontera ha sido un líder nacional. Y tenemos gente tan buena como Miguel Nussbaum, de Ingeniería UC, que ahora es editor de "Computers and Education", principal revista en el mundo sobre el tema. Él es cauteloso, no se matricula, como yo, de inmediato en las tecnologías.
Yo pienso que habrá que habitar un mundo con gente no solo pendiente de sus celulares y de sus WhatsApp. También habrá que pensar en jóvenes que se calcen, cada uno, su HoloLens y se sumerjan en su mundo.
¿Cómo aprovechar todo esto?
Ya hay profesores que se sirven de WhatsApp en clases.
Para junio se anuncia una conferencia internacional sobre aplicaciones serias de los juegos. Una aplicación, trabajada por Minhua Ma, la presidenta de la conferencia, profesora en Inglaterra, habla de la creación de un ambiente agradable, una paz virtual, de suaves colores y ritmos, donde "se instalen" personas que sufren dolor físico. Ella demuestra que un ambiente virtual suave mitiga ese dolor.
La paz. Ese gustito que puede vivirse en vacaciones. A veces sin conexión alguna, o conectado a gente nueva. O en el futuro, con un HoloLens calzado en la frente que lo haga sentir que mora el paraíso.