Señor Director:

Chile hoy está ad portas de una de las reformas educacionales más trascendentales de su historia. Se trata de un cambio estructural, orientado por principios y valores que compartimos en todo su significado. Sin embargo, se han operacionalizado de modo equivocado, porque ponen en tela de juicio una de las características más propias y distintivas del sistema educacional chileno.

El "corazón de la reforma" apunta precisamente a reducir y limitar la autonomía y la vigencia de la educación particular. Los gestores de la reforma aseguran en todos los tonos que los sostenedores nada tienen que temer, porque la libertad de enseñanza está garantizada, aunque el proyecto de ley dice lo contrario. La FIDE respaldará todas las iniciativas educacionales que signifiquen la creación de un sistema educativo inclusivo, solidario y de calidad, pero que al mismo tiempo sea respetuoso de la libertad de enseñanza y que le otorgue a cada niño las posibilidades de educarse, tanto en el sector público como en el particular, con las mismas garantías, tal como lo ha mencionado el cardenal Ezzati.

En ese sentido, los 860 colegios que pertenecen a la FIDE comparten sus declaraciones y valoran el aporte de la Iglesia en esta discusión.

Hno. Jesús Triguero
Presidente Nacional Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE)