Señor Director:

Absurda y carente de todo sentido resulta la disposición puesta en vigor este año para que las motos porten placa patente delantera. En Chile nos gusta poner reglas porque sí, y no he encontrado ninguna explicación satisfactoria de parte de los funcionarios del Registro Civil -a cargo de la inscripción de los vehículos motorizados- que justifique con lógica esta nueva normativa.

Al contrario, me da la impresión de que los ideólogos de esta regla jamás se han subido a una moto; pues si lo hubieran hecho, habrían advertido que las motos no están diseñadas para llevar placas delanteras. Ninguna, de ninguna marca. Esto supone una intervención al carenado que obliga a romperlo, y además resulta peligroso. No son pocos los expertos que han advertido el riesgo que supone la instalación de las patentes delanteras, transformándolas en verdaderos cuchillos para el conductor a la hora de una caída o accidente.

He tenido la oportunidad de recorrer en moto muchos países, en varios continentes, y no recuerdo ninguno en donde exista la obligación de llevar patente delantera. Ni siquiera en Estados Unidos o los países europeos, donde la cultura de motos e infraestructura para estas es infinitamente superior a la chilena. En fin, más papistas que el Papa.

Bruno Ebner