Señor Director:

En carta de ayer, el señor Waissbluth da cuenta del estrangulamiento burocrático al que están sometidas las escuelas hoy en día, lo que impide que se concentren en mejorar los procesos de enseñanza.

Sorprende que el mismo señor Waissbluth se muestre proclive a una reforma que al prohibir el lucro, implicará que los colegios tengan que respaldar y rendir hasta la compra de lápices que hagan, bajo pena de ir a la cárcel en caso de no hacerlo. Una reforma que al eliminar la selección en los establecimientos los obligará a pedirle a la autoridad central que les diga cuál es la lista de alumnos de sus propios cursos de acuerdo a lo dictaminado por la tómbola central. Una reforma que al eliminar el financiamiento compartido obligará a los establecimientos que lo recibían a pedir dichos recursos al Estado en lugar de a las familias.

Carlos Kubick O.