Así llamaba la abuela a las orgías infantiles, en que los comensales, chorreados de chocolate, con los hoyos de las narices llenos de merengue, las mechas tiesas de mermelada y envueltos, como escalopas, en migas de "suflitos", comienzan a caer bajo la mesa con atroces dolores de barriga, griteríos de auxilio y raudales de lágrimas. "Cuán presto se va el placer,/ cómo después de acordado/ da dolor...", decía el sabio Jorge Manrique.
Ah, y esas muchedumbres pálidas y sudadas, con los ojos extraviados en la canícula de las tres de la tarde, entrando a tiendas como japoneses al metro, a buscar tal o cual chuchería para el sobrinito, el ahijadito o el nietecito, o para el "regalón", siempre pronto a criticar con detestable impertinencia todo lo que ofrecen ante su altar.
Por estos lares se hará una previa revisión de obsequios. Nada de tambores. Ni entrarán aquí muñecas sexy con frondosas matas de pelo, ni monstruos extraterrestres. Ni habrá nieves invernales, ni pinos boreales, ni calcetines colgados de chimeneas, ni carcamales envueltos en franela roja. ¡A ver, mozalbetes!: Tendrán buena comida, habrá pan de Pascua y una cantidad civilizada de chocolate. Cada uno recibirá unos cuantos regalos y no miles, y se acostarán a hora decente.
Sentada esta política, henos aquí, a la sombrita, planeando un buen menú. Prohibida la sempiterna ensalada de papas con mayonesa y los pavos al horno, resecos y rodeados de nueces, castañas y otras menudencias que, con estos calores, llenan de espinillas a los comensales. De fondo tendremos este año el siguiente plato. Voilà.
Pollo en mole
Cueza en agua 2 pollos grandes trozados, con 2 cebollas y 2 ajos, todo picado. Sal. Reserve el caldo, seque las presas, dórelas en aceite. Prepare la salsa. Quite palitos y semillas a 15 ajíes verdes no muy picantes. Trócelos, cúbralos con 2 tazas de agua hirviendo. Déjelos reposar una hora. Viértalos, con su agua, en la licuadora, y agregue 2 cebollas trozadas, 3 dientes de ajos partidos, 3 tomates pelados, sin pepas y 2 rebanadas de pan de molde tostadas en horno. Licúe todo para formar una pasta. Viértala en un bol. En la "1,2,3" muela 1 taza de almendras peladas, ½ de maníes, ½ de pasas, 4 cdas de semillas de ajonjolí (sésamo), ½ cdta de semillas de cilantro, ½ cdta de semillas de anís, 2 clavos de olor y 1 trozo de canela de 3 cm, partido. Pulverice bien y mezcle con la pasta de ají. Sofría esta mezcla 5 min en un poco de manteca. Vierta todo a una olla con 2 tazas de caldo de cocción de los pollos y 50 gr de chocolate amargo trozado. Sal, pimienta. Cueza unos minutos hasta que la salsa espese. Ponga en ella los trozos de pollo. Cueza a fuego lento ½ hora más. Sirva con arroz y guacamole. Comen 8.