R. Olivares, N. Cabello y F. Polanco

La situación financiera del Hospital Clínico de la U. de Chile ha sido objeto de debate y mesas de trabajo, sin que hasta ahora haya una señal que augure conseguir el crédito que busca el recinto para disminuir su deuda, que ronda los $52 mil millones.

En el intertanto, durante los últimos meses ha habido un cambio en la estructura de la deuda del recinto asistencial, donde la universidad se ha vuelto uno de sus principales acreedores, con traspasos que a octubre de este año alcanzan los $23.200 millones, casi $9 mil millones más que a fines de 2013, siendo solo superada por los proveedores, a los que se les deben más de $24 mil millones.

Aunque en términos globales la deuda real ha disminuido 4,5% respecto del final del ejercicio 2013, durante los últimos meses el cambio en la composición de sus pasivos preocupa a ciertos sectores de la universidad, quienes ven como un riesgo que el plantel subsidie con este volumen de recursos a su recinto asistencial.

Carlo Paolinelli es director general del antiguo J.J. Aguirre desde 2007, y asume que por el nivel de ingresos (más de $90 mil millones al año), el hospital es uno de los "buques insignia" de la casa de estudios. "Si el hospital estornuda, es la universidad la que se resfría", dice. Pero también señala que el hecho de que el plantel esté asumiendo parte de la deuda del recinto "habla muy bien de las espaldas financieras de la universidad".

"Deuda manejable"

Con esta fórmula, el hospital puede pagar menos intereses y consolidar en parte la deuda. Sin embargo, Paolinelli piensa que no es suficiente, pues hasta hoy "tenemos que hacer malabares para conseguir el dinero del sueldo de los funcionarios todos los meses". Esto, porque el recinto opera con un déficit estructural de $15 mil millones al año, y en términos formales, según su presupuesto, la universidad aporta al hospital $4 mil millones. "Con eso alcanza para funcionar solo los primeros 15 días del año. Todo el resto debemos solventarlo con ingresos propios, provenientes de las prestaciones" que entrega el recinto a afiliados de Fonasa e isapres, explica Paolinelli.

Para el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, "gran parte de esa deuda es manejable, porque se conocen los acreedores. A la vez, hay una deuda importante para con el hospital, que es del sector público y privado, por lo que la situación es menos dramática de lo que parece". Y agrega: "Sin duda que nos proponemos en el corto plazo tenerlo manejado. Eso va a andar bien".

Pero Ximena Morales, presidenta de la Asociación de Funcionarios del hospital, asegura que los problemas económicos del recinto "han existido siempre", y responden a que "históricamente ha habido mala administración. Acá se recaudan recursos a diario, porque no es un hospital gratuito ni barato", dice. A su juicio, rectoría no solo no lo apoya lo suficiente, sino que "lo ha abandonado". Por ejemplo, dice, "el rector demoró seis meses en nombrar al nuevo director y anunciar cambios".

El 12 de diciembre, Vivaldi se reunió con la comunidad del hospital, y, entre otros puntos, confirmó que Paolinelli será reemplazado desde enero por Jorge Hasbún. Además, detalló que el próximo año comenzará a funcionar un nuevo modelo de gobierno corporativo.

Hoy, el hospital se relaciona directamente con rectoría a través del director. Pero uno de los cambios que impulsa Vivaldi es renovar ese esquema y que el recinto tenga un gerente general y un directorio en el que participen, por ejemplo, representantes de rectoría y de las facultades de la universidad.

Aún no se define si en el nuevo organigrama el director del hospital quedará sobre ese directorio, será un miembro más, o si esa instancia será superior y él le deberá rendir cuentas.

Nuevos convenios

En septiembre el Ministerio de Salud y la U. de Chile iniciaron la búsqueda de mecanismos de apoyo al hospital clínico. Entre ellos, dice el director de Desarrollo Estratégico y Relaciones Institucionales de la universidad, Giorgio Solimano, está la revisión del convenio con el Servicio de Salud Metropolitano Norte que permite la atención de pacientes del sector público en el hospital, "en términos del costo de prestaciones, formas y oportunidad de los pagos".

El hospital comprometió aumentar en 17% la cantidad de cupos de formación de especialistas, proporcionar médicos que incluso vayan a regiones a atender casos complejos y ayudar a médicos de consultorios y hospitales a través de teleasistencia. Esto sería pagado por Salud, pero "hay que hacer convenios", dijo.