Sergio Gilbert J.

Pudo y debió ser la jornada en que Palestino firmara su regreso a la Copa Libertadores luego de 35 años de ausencia.

Los tricolores ayer simplemente devastaron a Santiago Wanderers en La Cisterna y hasta el 3-0, que se prolongó hasta los últimos minutos, parecía poco premio para las tremendas diferencias que se establecieron entre ambos equipos.

Pero claro, el fútbol no admite logros por merecimientos y el agónico tanto anotado por el defensor Mauricio Prieto dejó, como se dice comúnmente, "la llave abierta" para que el domingo próximo en Valparaíso haya un espacio para la redención porteña y un cambio radical de una historia que parecía sentenciada.

Si eso pasa, no privará de elogios lo realizado ayer por el cuadro de Pablo Guede.

Ajustando las piezas precisas en el mediocampo para inmovilizar la salida limpia de los porteños -con un Diego Rosende dejando sin referencia a Jorge Luna- y también para desde ahí hilvanar su propia gestión ofensiva -César Valenzuela y Leonardo Valencia se alternaban en la imposición de los ritmos-, Palestino partió en dos a su rival y lo dejó sin la capacidad de establecer los tiempos, como hace habitualmente el equipo de Astorga.

Que Palestino se pusiera en ventaja larga con los dos golazos de tiro libre de Valencia y la "joyita" personal de Valenzuela, no era sorprendente. Era la cristalización de un mejor juego y casi la sentencia final para llegar a un objetivo que, sin embargo, ahora quedó amarrado a una nueva confrontación.

Roberto Gutiérrez no jugará el domingo, pero no quiso decir si ayer fue su último partido en Wanderers.

"Queremos hacer historia"

El gol postrero de Santiago Wanderers, que redujo la ventaja palestinista previo al encuentro de revancha, frenó un tanto la algarabía tricolor por la victoria. "No sacamos nada con pensar en lo que pudo haber sido, sino que hay que analizar lo que fue. Ganamos bien, controlamos el partido, pero bajamos la intensidad de juego, y como siempre nos pasa, permitimos que el rival nos convirtiera", analizó el DT Pablo Guede.

Para el volante Leonardo Valencia, gran figura de los locales, "hay que pensar en positivo. Iremos a Valparaíso con una ventaja que podemos conservar. Sabemos que no será fácil, pero este grupo está compenetrado y con ganas de que el club vuelva a la Copa Libertadores. Queremos hacer historia".

Por el lado de los porteños había desazón, pero el entrenador Emiliano Astorga salió de inmediato a levantar el ánimo. "No jugamos bien, Palestino fue un justo ganador, pero hay que ponerle el pecho a las balas. Dar vuelta este resultado en nuestro estadio no es imposible".