M.Vega, M.Toro, A.Von Baer y J.Herrera

A las 20:15 horas de ayer, el senador independiente Antonio Horvath anunció que votaría a favor de la idea de legislar el proyecto que pone fin al lucro, el copago y la selección. El también independiente Carlos Bianchi había mantenido su posición en suspenso; sin embargo, tres horas más tarde decidió apoyar. Así, por 23 votos a favor y 15 en contra, la Nueva Mayoría consiguió aprobar, en general, la iniciativa.

El proyecto requería un quórum de 3/5 de los parlamentarios -necesario para leyes orgánicas constitucionales-, pues en algunos artículos modifican la Ley General de Educación.

El ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, agradeció a los independientes. "Esto me compromete mucho para la votación en particular, no solo por ellos, sino que también por el conjunto de la Nueva Mayoría, de buscar el máximo de flexibilidad".

La jornada fue extensa, pues los senadores podían argumentar su voto por diez minutos, en un debate marcado por el rechazo unánime de la Alianza y por los distintos énfasis expresados por el oficialismo al momento de aprobar, lo que quedó de manifiesto desde la mañana, cuando fue el turno de los miembros de la comisión de Educación.

"Los objetivos, fundamentos y justificación de este proyecto han quedado absolutamente acreditados", dijo el DC Ignacio Walker, pero añadió que "en materia de mecanismos, instrumentos, modalidades, es decir, a lo que atañe al debate en particular, evidentemente que hay mucho paño por cortar (...) hay diferencias, matices, puntos de vista, y eso lo vamos a ver en enero".

En ese marco, planteó considerar la diversidad de los proyectos educativos al momento de poner fin a la selección. Una mirada distinta a la que tuvo Fulvio Rossi (PS), quien se mostró contrario incluso a mantener excepciones en los emblemáticos. Anoche, Eyzaguirre abordó posibles indicaciones, como crear una institucionalidad que defina qué proyectos educativos pueden seleccionar. "Hay situaciones variopintas que requieren de un tratamiento particular, como los colegios pequeños", agregó.

Discusión oficialista

Los matices en la Nueva Mayoría fueron abordados por Carlos Montes (PS), parte del grupo de senadores que prepara las indicaciones al proyecto con el Ejecutivo. El parlamentario trabaja junto a Ricardo Lagos Weber (PPD) y a otros cuatro senadores, que adoptaron una "postura intermedia" entre la DC y el eje Rossi-Quintana.

"Con la derecha es imposible discutir. La discusión es básicamente al interior de la centroizquierda (...) queremos un cambio estructural, cambiar el paradigma; esto no tiene que ver con retroexcavadoras, tiene que ver con que la organización de un sistema tiene problemas", dijo Montes, quien llamó al oficialismo a mirar el debate en perspectiva, y "no sacar ventajas ni empezar a jugar entre unos y otros, sino que tener la seriedad que requerimos". En todo caso, señaló que había que "perfeccionar el proyecto" y "pensar muy bien la transición".

Las diferencias en el bloque fueron parte de los argumentos de la Alianza, que recordó las críticas de la ex ministra Mariana Aylwin. La senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe apuntó directamente a la colectividad que dirige Ignacio Walker: "La actitud de la DC es incomprensible, porque critican la reforma y después la aprueban".

"Falta de compasión"

Ese argumento también fue mencionado por el senador Alberto Espina (RN), quien recordó la frase de Walker sobre que el ministerio no podía transformarse en un "gestor inmobiliario". Esto fue retrucado más tarde por el jefe de bancada, Jorge Pizarro (DC), quien dijo que tener diferencias respecto de aspectos específicos no era lo mismo que oponerse a la idea de legislar al respecto.

También fue algo mencionado por el DC Andrés Zaldívar, quien apuntó a la Alianza y dijo: "No les he visto ni un tema concreto sobre cómo mejorar este tema, no han propuesto nada concreto, y eso no corresponde".

Los cuestionamientos de la oposición se centraron, principalmente, en tres elementos: acusaron una "mala" reforma, realizada de manera "improvisada", y que va en "contra del sentido común" ciudadano. También plantearon posible inconstitucionalidad en la obligación a los sostenedores a ser dueños de los colegios. Además, al menos seis senadores aludieron a una frase dicha la semana pasada por la Presidenta, sobre que su "primer sentido" fue comenzar por la educación pública.

"(El proyecto) es equivocado no tan solo porque su prioridad es incorrecta, lo ha reconocido hasta la Presidenta, sino porque también falla absolutamente en el blanco", dijo Andrés Allamand (RN). Ena von Baer (UDI) continuó señalando que la reforma "no tiene compasión por los efectos que pueda tener en la realidad de miles de familias".

A ello, el presidente del PPD, Jaime Quintana, respondió: "Se ha dicho majaderamente que este proyecto no trae calidad, pues bien: este proyecto, lo que hace es definir los fines educativos".