Paulatinamente, los Conservadores de Bienes Raíces de distintas zonas del país se han ido modernizando. Siguiendo el ejemplo del Conservador de Santiago, que ya desde 2006 dispone de una página en internet que permite obtener los antecedentes legales sobre una propiedad, comunas como Rancagua y Rengo han adoptado sistemas similares. Se espera que para fines del próximo año, 20 conservadores a lo largo del país dispongan de estas plataformas.

Un sistema de acceso en línea significa que quien desea realizar una transacción inmobiliaria ya no necesita desplazarse a la ciudad donde está inscrito el inmueble. Asimismo, los documentos se pueden obtener en forma más rápida. Esto reduce los costos de realizar estas operaciones, lo que redunda en una mayor facilidad para las personas y aumenta la productividad de la economía.

Estas mejoras han tardado más de lo que era esperable, y han sido numerosas las presiones de la opinión pública demandando este servicio de conservadores y notarios. Luego del escándalo de los registros de firmas de ciertos candidatos en las últimas elecciones, y otros casos de corrupción, se ha resentido la confianza de parte del público en el sistema de notarios, al que perciben más como un gravamen que como un servicio útil. Los notarios también han diseñado un sistema en línea que permite llegar a la notaría con algunos documentos preparados, de manera que el papel de esta se remite a verificar la identidad de las partes, y no a confeccionar el documento. Esta facilidad es útil a los usuarios, que deben destinar menos tiempo a obtener documentos notariales simples, y descongestiona las notarías. Sin embargo, es un sistema poco ambicioso, que incluye solo algunos de los documentos más simples y comunes, tales como autorizaciones de viaje, y algunos poderes. En una segunda etapa debiera extenderse a un mayor número de documentos.

Aunque los conservadores parecen más avanzados en esta materia, el procedimiento aún es complejo debido a las deficiencias de nuestro régimen legal. En los registros se inscriben todos los actos que importan una transacción de un inmueble, numeradas estas en forma anual, y con anotaciones en el margen que se refieren a la transacción u operación anterior. Así, incluso usando sistemas electrónicos, se debe pedir el primer documento (proceso que normalmente tarda un día), encontrar las anotaciones al margen para pedir el segundo documento (correspondiente a la operación anterior sobre el inmueble) y así en forma sucesiva. Eventualmente es posible llegar a documentos no digitalizados, lo que haría necesario desplazarse al conservador correspondiente a la propiedad para revisar los documentos en forma presencial.

La alternativa es el uso del folio real, una ficha electrónica para cada propiedad que la individualice, sus deslindes, sus actuales y anteriores propietarios y todos los gravámenes y limitaciones. Esto facilitaría la revisión de los documentos electrónicos, pues toda la información necesaria estaría en una sola ficha. Existe un proyecto de ley que moderniza y mejora el sistema de notarios y conservadores, que no ha tenido mayor avance en el Congreso. En él se establece que las notarías deben crear un registro electrónico de folio real, paralelo a los registros que se usan actualmente. Sería interesante que este proyecto se reactivara y se discutiera en todo su mérito, haciéndose cargo de las dudas que suscita en expertos del área.