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Cartas
Miércoles 26 de noviembre de 2014
Cuestión de voluntad
Señor Director:
En temas tan trascendentes para la ciudad como la proliferación del comercio ambulante en el centro, de la prostitución callejera en calle San Antonio, de la feria de las pulgas en el Forestal y ahora último con la multiplicidad de cocinerías en la Plaza de Armas, la Municipalidad de Santiago se escuda señalando que conocen el problema, pero nada pueden hacer y traspasan a Carabineros toda la responsabilidad de su fiscalización. Paradójicamente, además, todas estas actividades denunciadas ocurren a cuatro cuadras a la redonda del Palacio Consistorial.
Ya sea por desidia, desconocimiento o simplemente por falta de interés, la alcaldía olvida que el municipio como tal, es el órgano más cercano al ciudadano y puede, en consecuencia, actuar como agente coordinador y ocuparse de que se fiscalice en terreno, y que lo haga quien corresponda. Así, por ejemplo, en el tema de las cocinerías, visto como un problema de salud pública, se puede coordinar un operativo con la Seremi de Salud, el SII, el municipio y Carabineros. El comercio ambulante por otro lado, se combate aunando fuerzas con la PDI, el SII, la Intendencia, Carabineros, más una potente campaña de publicidad desincentivando al eventual comprador. En resumen es un problema de voluntad, de querer actuar, que se resuelve liderando equipos multidisciplinarios que una vez detectado el flagelo, lo aborden de manera decidida y no solo soslayen su responsabilidad aduciendo carencia de atribuciones.
En los tiempos que corren, los ediles deben tener algo de astucia, mucha imaginación y más que nada, decisión; si no, como está ocurriendo en la comuna capital, la ciudad se los traga.
Felipe Alessandri V.
Concejal de Santiago