Señor Director:
Todos los estudios citados por
el señor Fernando Ugarte para vincular a la homosexualidad con el alcoholismo y la drogadicción corresponden a épocas antiguas, cuando erróneamente la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraba a las orientaciones sexuales diversas como una patología.
Pero a este punto poco importan los estudios. Hay personas heterosexuales y homosexuales con y sin problemas de alcoholismo y drogadicción y entonces no hay causal con la orientación sexual.
En el caso de la crianza, los niños y niñas merecen amor, afecto y estabilidad física y emocional. No hay que ser letrado ni haber investigado científicamente un hecho para llegar a esa conclusión.
Todos los seres humanos pueden entregar amor y contribuir a mejorar la calidad de vida de otros, sea cual sea su orientación sexual. Basta con ser buena persona, y en el caso de la crianza, desear ser padre o madre, biológico o no.
Se trata simplemente de silogismo. Y por cierto de respeto al otro y a la otra. Porque asociar a las personas a problemas solo por su orientación sexual, raza o etnia, es una ofensa gratuita que falta el respeto a la dignidad humana. Es posible intercambiar ideas con respeto y sin ofender.
Ramón Gómez RoaPresidente Movilh
Autor del libro "Nicolás tiene dos papás"