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Editorial
Sábado 22 de noviembre de 2014
Embarazo y preexistencias en salud
Aunque fue bien recibida, tanto por las isapres como por el público en general, no se advierten claramente los alcances de la medida. El argumento de que no se trata de una enfermedad, sino de un estado fisiológico y natural, bien podría ser usado por las mismas isapres para no cubrir el embarazo...
La Presidenta informó que a partir del momento de su anuncio, una isapre no podría volver a preguntarle a una mujer que intente afiliarse a ella si está o no está embarazada. La explicación que ella entregó, posteriormente ampliada por la ministra de Salud, indicaba que el embarazo es un estado natural y no representa en modo alguno una enfermedad, de modo que no podría llegar a constituir una preexistencia. La medida parece haberse tomado sin mayores estudios previos, sin consultar a los expertos y sin informar ni recibir las opiniones técnicas de las isapres.
Aunque fue bien recibida, tanto por las isapres como por el público en general, no se advierten claramente los alcances de la medida. El argumento de que no se trata de una enfermedad, sino de un estado fisiológico y natural, bien podría ser usado por las mismas isapres para no cubrir el embarazo, toda vez que ellas tienen como finalidad financiar las atenciones de salud. Más aún, según lo dispone la ley que las rige, "en el caso del embarazo se deberá consignar claramente que la cobertura será proporcional al período que reste para que ocurra el nacimiento", de modo que la isapre deberá estar informada de dicho período para incorporarlo "claramente" al contrato. Más adelante, la misma ley señala que "no podrán existir períodos de espera durante los cuales no sean exigibles las prestaciones y beneficios pactados, excepto las correspondientes al embarazo y a enfermedades preexistentes".
Al parecer, se ha intentado dar una señal de corte popular que aparentemente no tendrá mayores consecuencias, puesto que no se trata de un cambio a la ley, sino solo al cuestionario autorizado por la Superintendencia de Salud. Más aún, la ministra ha señalado que el Gobierno no está planteando, ni está pensando en plantear, una reforma profunda al sector salud. Aunque se está preparando un proyecto de ley que corrige ciertos abusos, no habrá grandes cambios en las estructuras de las instituciones.
Los anuncios del Gobierno en este campo y en otros parecen estar buscando impactos de resonancia, pero que no obedecen a estudios previos con la suficiente profundidad para asegurar que tendrán un efecto más allá de las apariencias. El peligro del populismo, en un gobierno que ha perdido popularidad, encierra serios riesgos para el país y para los grupos políticos que ese gobierno representa. En salud existen numerosas dificultades que podrían corregirse, como los planes de formación de médicos especialistas, que tienen un enorme potencial de impactar en la calidad de la atención de salud, pero que no están siendo atendidos como corresponde. Las malas condiciones de la atención sanitaria exigen medidas profundamente rectificadoras de malas prácticas..