Señor Director:
El rector de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), ex Instituto Pedagógico de la U. de Chile, mi buen amigo
Jaime Espinosa, califica de "idea anacrónica, injusta e irrespetuosa con una comunidad universitaria"
mi propuesta de que la UMCE y la Universidad de Chile, con fuerte apoyo del Estado, concuerden la manera en que la primera se reintegre a su alma máter. Y me pregunta por qué ahora.
La respuesta es simple. Porque el mejoramiento sustancial de la calidad de la educación pública que impulsa la Presidenta Bachelet requiere con urgencia un proyecto para formar y capacitar a los profesores y realizar investigación en educación, de un nivel de calidad y envergadura tal, que es un desafío que difícilmente puedan enfrentar la UMCE y la U. de Chile individualmente, porque seguirán estando incompletas mientras se mantenga a la educación y a las pedagogías separadas del cultivo e investigación de las disciplinas a enseñar. Un proyecto que para ser exitoso, debe tener como obligación la calidad, eje de cualquier reforma educacional seria. La UMCE, aportando su vocación pedagógica, excelentes estudiantes, historia y experiencia en variados ámbitos de la pedagogía, impacto de sus egresados en las escuelas y liceos, una escala adecuada desde donde potenciar; y la U. de Chile, fuerza en las disciplinas, creación de conocimiento en el ámbito de la educación, impacto en las políticas públicas desde la investigación, deuda con el país en el ámbito de la educación que sirve de motor.
Porque la situación actual, con el Instituto Pedagógico amputado de su alma máter, sigue perjudicando a la educación pública y a la formación de profesores, algo inaceptable para nuestro país y que condena cualquier reforma educacional que se pretenda. Ya es hora de reparar esa herida abierta y mejorar la calidad de la educación pública.
Como la ciudadanía lo ha dicho claramente, este no es el momento para anteponer intereses personales, grupales o institucionales por sobre las esperanzas y sueños de los niños y niñas más pobres de Chile, quienes siguen recibiendo una educación pública de mala calidad y solo tienen la ilusión de que algún día ellos podrán desarrollar los talentos que tienen, lo que será muy difícil al paso que vamos.
Víctor Pérez VeraEx rector Universidad de Chile